Los operarios desmontaron en la mañana de ayer la cubierta del edificio de los antiguos cines Astoria y Victoria y continuaron retirando la estructura de amianto del inmueble, un trabajo que está a punto de finalizar, según pudo saber este periódico. La imagen superior muestra, de hecho, el proceso de desmontaje de la cubierta al completo, que debe quedar listo de forma inminente.

Los obreros trabajan ahora en turnos de cuatro horas por la presencia de amianto. El que acababa ayer a las doce o la una de la tarde debía dejar desmontada la cubierta entera del edificio. El próximo martes, se procederá al inicio del derribo tras la llegada de la máquina de tijera que triturará las paredes, después de semanas de preparación en una compleja labor.

El proyecto de derribo consta de siete fases, según el proyecto redactado por encargo del Área de Alcaldía, de forma que se retiran de forma ordenada los diferentes elementos que constituyen los edificios adosados. Así, se incluye un proyecto de gestión de residuos de demolición y construcción, el plan de desamiantado, en el cual se determina el tratamiento a dar a los residuos generados, tanto a los inertes como a los peligrosos. Hay medidas ambientales, además, que se están cumpliendo escrupulosamente para reducir el impacto de los trabajos, medidas técnicas de seguridad y sobre la ordenación del tráfico rodado y peatonal. Finalizada la ejecución del derribo, se incluye un cerramiento opaco de 2,50 metros de altura y una lona serigrafiada con una altura total de 5,50 metros. El plazo, como se ha indicado, es de dos meses. Los trabajos comenzaron el día 3 de septiembre.

El presupuesto de licitación fue de 413.790 euros, IVA incluido, y contó con el visto bueno de la Comisión de Cultura de la Junta de Andalucía, al encontrarse en el Centro Histórico, que es Bien de Interés Cultural. En noviembre de 2018, Cultura autorizó la demolición, aunque esta está condicionada a la tramitación administrativa del proyecto Málaga All Space, el edificio translúcido que contará, por ejemplo, con un auditorio para 1.500 personas en el sótano y usos gastronómicos, sociales y culturales en el resto de plantas.

En los trabajos preparatorios que se iniciaron el 3 de septiembre, también se aseguraron los restos arqueológicos hallados en excavaciones anteriores. Después del derribo efectivo, que empieza el martes, se procederá a las labores de catas arqueológicas en el enclave, fase que podría tardar entre cuatro y seis meses.

El derribo fue adjudicado a una empresa navarra, que se impuso a 26 sociedades mercantiles en el proceso de licitación. Finalmente, el presupuesto de licitación se redujo hasta poco más de 217.000 euros. La idea es que después de que se analice lo que hay en el subsuelo del Astoria en cuanto a restos patrimoniales, se haga un concurso para elegir un proyecto para la manzana. En principio, este concurso debería seguir las líneas maestras de la iniciativa Málaga All Space, segundo en las votaciones populares tras el plan que preconizaban el arquitecto José Seguí y Antonio Banderas, que finalmente optaron por no llevar a cabo.

También hay un debate sobre la conveniencia de revalorizar los restos hallados y dejar diáfana esa zona de la plaza de la Merced, aunque no es la primera opción municipal.