Profesora youtuber, treintañera desde hace unos días y recién nominada a los Premios Educa Abanca Mejor Docente de España 2019. La malagueña Cristina Flores, que acumula más de 7.000 suscriptores en su canal educativo 'Bio[ESO]sfera', tiene ya un currículum muy destacable pese a tener que empezar 'de cero' cada curso por su condición de interina. Así lo ha vuelto a hacer este pasado septiembre en el IES Francisco Javier de Uriarte de El Puerto de Santa María donde cubre una vacante.

Su nominación a los Premios al Mejor Docente de España le ha permitido despedirse más que satisfecha de sus alumnos del IES Andrés Benítez de Jerez de la Frontera que presentaron su candidatura. No obstante, Cristina Flores reconoce que es muy complicado desarrollar un proyecto estando cada curso en un centro como les ocurre a los interinos. «Estos premios pueden servir para dar voz a interinos como yo, que se implican muchísimo pero a los que la interinidad lleva de aquí para allá sin permitirles muchas veces completar sus proyectos», explica.

En su caso, desde que terminó el máster de Educación en 2013 ha pasado por tres colegios concertados de Málaga, ha aprobado dos veces las oposiciones sin plaza y, tras una sustitución de tres meses en Almería, lleva tres cursos cambiando de centro en diferentes localidades de Cádiz. «Sé que es el camino que te lleva a la plaza tarde o temprano», dice pero también admite que «cuando ya te has hecho un hueco en un colegio, te tienes que marchar».

Aún así esta profesora ha logrado que sus alumnos reconozcan su trabajo con la candidatura a Mejor Docente. Una de sus herramientas es la Flipped Classroom o clase invertida, una metodología por la que los alumnos ven en casa vídeos con los contenidos teóricos de la asignatura y en clase realizan actividades prácticas y se resuelven las dudas. Aunque muchos profesores utilizan ya este sistema, Cristina Flores se ha hecho un nombre en este ámbito con unos vídeos que ella misma protagoniza y en los que usa numerosos recursos con los que logra captar la atención tanto de los estudiantes como de otros profesores que los emplean en sus clases. De hecho, sus vídeos han llegado incluso a Latinoamérica. «Es curioso como algo que grabas para tus alumnos puede tener tantísima repercusión a nivel externo. Recibo muchos mensajes en Instagram dándome las gracias. Incluso tengo comentarios de personas que han aprobado la prueba de acceso a la Universidad en Sudamérica gracias a los vídeos», explica. «La gente es muy generosa en redes sociales», añade y pone como ejemplo que en Twitter tienen un hashtag: #profesbiogeo, con el que se comparten recursos sobre biología y geología. «Tenemos un claustro de profesores virtual».

Con la tecnología como aliada, Cristina Flores imparte el mismo currículum que el resto de docentes pero sus alumnos califican sus clases de diferentes. Y es que, pese a lo exigente de un curso como 2º de Bachillerato, con la presión constante de la Selectividad, en las clases de esta malagueña no todo es teoría sino que da tiempo a hacer gymkanas, prácticas en laboratorio e incluso escape room.

Pero esta metodología requiere mucho tiempo. «La gente no es consciente de lo que un buen profesor necesita para llegar a sus alumnos», comenta Cristina, que este curso tendrá que volver a dividir su tiempo 'libre' entre clases y estudiar oposiciones. Además, continuará investigando porque, como asegura, un buen profesor «tiene que renovarse continuamente», aparte de ser empático y gustarle la docencia, claro.

Entre las batallas pendientes de la educación en España, tiene claro que un gran obstáculo es tenerse que enfrentar a leyes «que están cambiando todo el tiempo». «En Finlandia la educación va bien porque tienen un sistema sólido desde la base. No porque haya muy buenos profesores, porque en España también los hay», dice. No olvida tampoco el sistema de oposición y defiende que los centros necesitan plantillas estables.

Gracias a sus vídeos y proyectos innovadores, Cristina Flores puede convertirse este año en la Mejor Docente de España en unos premios en los que hay otros cinco malagueños nominados. Para ella, lo mejor es que este reconocimiento saca «de la sombra» a los numerosos buenos profesores que hay en nuestro país, muchos de colegios públicos. Más allá de los premios su sueño es volver a Málaga con una plaza.