El Hospital Clínico de Málaga ha procedido al aislamiento de media planta de su edificio para atender a pacientes contagiados por coronavirus. De este modo, se han acotado 18 habitaciones con camas individuales, previstas para supervisar y aislar los casos que vayan llegando al hospital. Por el momento ocho de estas camas ya están siendo ocupadas y los sindicatos solicitan el cese de la actividad programada, así como de las operaciones quirúrgicas no urgentes para liberar camas.

La quinta planta del Clínico cuenta ya con un área acotada para el tratamiento de pacientes infectados por coronavirus. Siguiendo las indicaciones del Ministerio de Sanidad, el centro ha decidido delimitar un ala de esta planta para proceder al tratamiento de pacientes que ingresen con sospecha o den positivos en este virus. Fuentes sanitarias informan de que en esta área se llevará a cabo un circuito específico en el que tanto el personal que trabaje en él como las personas que estén ingresadas estarán delimitados.

Esta medida forma parte del plan de contingencia que se está implementando en los hospitales de la provincia y que "se aplica en función de las necesidades", explica Antonio Martín Noblejas, presidente del Sindicato Médico de Málaga. Este plan, asegura, se desarrollará conforme las circunstancias lo vayan solicitando y "dentro de los recursos materiales, de espacio y del personal sanitario disponible". En este sentido, el presidente del SMM denuncia que se trata de una problemática que no se limita solo a un centro sanitario, sino que es un "problema provincial y autonómico". En este sentido, asevera que si un centro agota su capacidad, tendría que ser otro centro el que asumiera el volumen de pacientes.

El número de camas en las épocas de máxima frecuentación es una problemática que azota a los hospitales de la provincia. "La sanidad que tenemos es la que tenemos y sabemos que tiene muchas deficiencias para el día a día", esgrime Martín Noblejas. Por ello, dentro de la escala de medidas se contempla el cese de la actividad quirúrgica menos urgente para hacer frente a una futura falta de espacio en los centros hospitalarios de la provincia. Así lo defienden desde el Sindicato Médico, que aseguran que en casos así "la única solución que queda es dejar de hacer actividades que no tengan riesgo para la vida de los pacientes y atender a los que ahora necesitan atención máxima".

"Estamos pidiendo el cese de la actividad programada, en previsión de que el número de casos pueda ir en aumento y no haya recursos disponibles para los posibles ingresos", manifiesta Rafael González, secretario de Sanidad de CCOO. El sindicato coincide en solicitar la interrupción de aquellas intervenciones no urgentes, al tiempo que insiste en la necesidad de aumentar las infraestructuras y los servicios: "Cualquier situación extraordinaria como la que está ocurriendo produce el colapso del hospital".

Debido al aumento de los casos diarios y la rapidez con la que se está propagando este virus en la provincia, González asevera que, además de proceder al cese de la actividad programa para habilitar un mayor número de camas, se deberían "limitar las consultas externas que no sean absolutamente necesarias, porque son una gran fuente de contagio". Además, el secretario de Sanidad de CCOO da un paso más allá y asegura que "el Hospital Guadalhorce se podría habilitar en el caso de que hiciesen falta un mayor número de camas".

En este sentido, Antonio Martín Noblejas asegura que, en el caso de que finalmente se procediera al cese de la actividad programada, aquellas intervenciones urgentes y aquellas que los especialistas decidan que tienen que resolverse se desarrollarán con total normalidad. No obstante, explica que "habrá cosas que se tendrán que posponer y los pacientes tendrán que entenderlo porque es a cambio de la vida de otros pacientes".

Medidas preventivas

El presidente del Sindicato Médico de Málaga incide en la importancia de las medidas preventivas para hacer frente a la propagación de este virus. Martín Noblejas asegura que la ciudadanía debe tomar conciencia y evitar riesgos. "Si al menor síntoma el paciente se mantiene aislado, el virus se propagará menos", asevera.

Este especialista asegura que, de continuar con una vida normal, "va a ser muy difícil ponerle puertas al campo". Es por ello que, asegura, "solo podemos confiar en el sentido común de la gente". Del mismo modo, Martín Noblejas explica que la contención no se limita en curar a los pacientes que están ya contagiados sino en prevenir que no lo coja más gente, "y para ello es esencial controlar el entorno de los afectados".