Málaga y provincia han llegado ya a la fase 3 de la desescalada de la crisis sanitaria del coronavirus, lo cual, según aseguraron muchos sectores económicos y representantes institucionales el pasado viernes, cuando se conoció la noticia, es una señal muy positiva, aunque todos miran de reojo a la posibilidad de que haya un rebrote en otoño y advierten de la necesidad de esperar a ver cuál es la verdadera cara de la depresión económica en la que ya estamos inmersos, porque el dinero que tengan los ciudadanos para gastar será clave en una recuperación rápida, o lenta. De cualquier forma, en estos días que durará la fase 3 (es imposible saber si serán siete o catorce jornadas, siendo este último en principio el previsto), los principales sectores económicos de Málaga y provincia alcanzarán unos porcentajes muy importantes de apertura, según han explicitado a lo largo de la mañana a este periódico: del orden del 80% de los bares, restaurantes y establecimientos hosteleros, un idéntico porcentaje de chiringuitos, casi el 100% del pequeño y mediano comercio y ocho de cada diez viviendas turísticas abrirán entre el periodo que va de hoy al final de la fase 3.

Relacionadas

Muchos de estos negocios este lunes estaban acondicionando los locales o haciendo previsiones de caja para determinar si sale más rentable abrir o seguir cerrados. El presidente de los hosteleros malagueños, agrupados en Mahos, Javier Frutos, explica que a lo largo de esta semana y de la que viene se llegará al 80% de los negocios hosteleros abiertos. «Hay mucha gente a la espera y otros que van a seguir así hasta el 30 de junio. Todo depende mucho de cómo vaya respondiendo el cliente y si responde bien, esa cantidad del 80% podrá superarse y abriremos todos», dice. En la fase 2, llegó a abrir la mitad de la planta hostelera de la provincia (bares, restaurantes, etcétera...). Ahora, en esta fase 3, insiste, se llegará a casi el 80%. «Las ventas están muy flojas, el sector ha ido abriendo, pero algunos se han arrepentido porque la facturación ha bajado mucho, es una situación complicada», expone, refiriéndose a que aún hay mucha «gente teletrabajando, el hecho de que los niños no vayan al colegio se nota mucho en los desayunos y las comidas, la nueva normalidad nos debe llegar a todos, la facturación está floja, el sector está muy castigado». E incide en la necesidad de prorrogar los ERTE hasta final de año, garantizando la supervivencia del pequeño y mediano comercio, pide a los bancos que den liquidez a autónomos y pymes y destaca que hay que actuar en cuanto al pago del alquiler de muchos hosteleros, porque los que no han llegado a un acuerdo con los propietarios de sus locales han tenido que cerrar o están a punto de hacerlo.

El presidente de la Federación Andaluza de Empresarios de Playa (Faeplayas), Norberto del Castillo, indica que hasta el pasado domingo, en fase 2, habían abierto entre el 50% y el 60% de los chiringuitos de la provincia, y en estos días, en plena fase 3, se llegará al 70% u 80%, según sus previsiones, «al 100% no se llegará», y explica que los negocios playeros que no tienen prisa porque necesitan más personal o esperan al turismo internacional, se retienen para que los compañeros trabajen ahora. Muchos de estos negocios viven del turista extranjero, y hasta ahora han tirado del malagueño. Es posible que, desde ayer, comiencen a atender a turistas de la comunidad, dado que se permite la movilidad interprovincial en la región. «La facturación ha caído por debajo del 50% del año anterior», dice, y afirma que esto no comenzará a remontar hasta que no empiecen a llegar a la Costa turistas del resto del país, madrileños en su mayor parte.

Salvador Pérez, de Comercio & Málaga, expone que el pase a la tercera fase ha sido muy positivo y recalca que había un tanto por cierto importante de pequeñas y medianas tiendas que no había abierto hasta ahora, y ahora sí lo ha hecho o lo hará en los próximos días, una vez acaben los preparativos. Espera llegar a casi el 100% de negocios operando en unos días, mientras que la semana pasada estaban en funcionamiento el 60% o 70% de la planta comercial malagueña conformada por pequeños y medianos empresarios. «Lo de las ventas es una incógnita, porque hasta que no se abra todo el comercio la gente no sale a comprar y a moverse. Esto anima a que haya más gente en la calle, el consumo se reactiva y esto es muy positivo», dice.

Carlos Pérez-Lanzac, presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AVVA), subraya que estos días abrirán, con seguridad, ocho de cada diez pisos vacacionales en la provincia, «ha habido cancelaciones y pocas reservas, sí llega el turismo nacional sí empezaremos a ver confianza». Destaca que, en el ámbito nacional, entre el 6% y el 10% de las viviendas turísticas se han ido al alquiler de larga temporada. «El resto está en disposición de abrir, esperamos los protocolos del ICTE». La mayor parte de las viviendas estaba cerrada y, por tanto, «no hay carga vírica».

Lola Villalba, secretaria provincial del sindicato de Servicios de CCOO Málaga, asegura que el hecho de que los expedientes de fuerza mayor puedan ampliarse hasta septiembre, y con la posibilidad de que se haga eso hasta diciembre, es vital para el mantenimiento de las empresas y del empleo, y destaca que muchos hoteles abrirán a principios de julio o finales de junio, una vez la movilidad interprovincial sea total y se abran las fronteras internacionales (a partir del 1 de julio). Muchos preparan ahora sus edificios aplicando los estrictos protocolos sanitarios de la vuelta a la normalidad y asegura que la flexibilización de los expedientes temporales de regulación de empleo por fuerza mayor permite que, por ejemplo, cadenas con presencia importante en la Costa del Sol abran sólo tres o cuatro de sus nueve o diez hoteles, y los empleados sigan cobrando el desempleo.