El movimiento LGTBIQ+ andaluz organizado plasma también en su manifiesto para las reivindicaciones del Orgullo 2020 que, pese a que el colectivo vive en una situación tanto legal como social y con unas «cotas de libertad imposibles de imaginar hace 51 años», este sigue enfrentándose a día de hoy a «grandes dificultades y desafíos».

Por ello, la plataforma sostiene que continúa siendo «fundamental» la lucha en favor de los derechos humanos, de la diversidad en la orientación, la «identidad sexogenérica y la corporalidad», así como la diversidad familiar, más aún en un contexto de auge de los partidos de ultraderecha y las organizaciones ultraconservadoras.

Igualdad en lo cotidiano

La presidenta de la asociación Ojalá de Málaga, Charo Alises, una entidad perteneciente a la plataforma del Orgullo a nivel andaluz, sostiene que el colectivo ya consiguió la igualdad «legal» , tras una lucha que empezó en los años 70, de manera que por lo que aún se sigue peleando es por obtener la igualdad «real».

«A nosotros nos ampara la Constitución y todas las leyes del ordenamiento jurídico español, lo que no tenemos es igualdad real», critica la presidenta de Ojalá. «Todavía hay mucha gente que tiene miedo de mostrar su afectividad por la calle, muchas parejas LGTB, chicos que tienen miedo de darle la mano a su pareja, chicas que también tienen miedo de ser visibles y de mostrar afecto como hace cualquier pareja heterosexual porque no quieren ser insultados o agredidas por la calle. Eso está ocurriendo y ha pasado hace nada en el centro de Málaga».

Además, Alises recuerda que adentrados en el plano educativo, el homofóbico es el principal bullying que se sufre en las aulas a día de hoy.

«Siguen habiendo muchísimos prejuicios que se quieren perpetuar cuando la extrema derecha, Vox, lanza un mensaje de absoluto odio hacia las personas LGTBI, nos quieren callar, nos invisibles», lamenta Alises. «Así que fíjate lo que queda».