Crónicas de la ciudad

Astilleros Nereo, 43 años de pugna administrativa

Pese al apoyo del Ministerio de Cultura, Icomos y la sentencia del TSJA, los astilleros de Pedregalejo deben seguir en guardia frente a nuestros pertinaces políticos

La salida de barcos de Astilleros Nereo, esta semana.

La salida de barcos de Astilleros Nereo, esta semana. / Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Tan pertinaz como la sequía han sido los intentos de varias administraciones por demoler los Astilleros Nereo de Pedregalejo.

Al autor de estas líneas le resulta incomprensible la inquina o cuando menos el desdén demostrado en las últimas décadas por tantos funcionarios de carrera y cargos electos.

De 1911 es una foto tomada desde el Cerro de San Telmo, en la que se aprecia una zona acotada para la reparación y construcción de barcos junto al espacio que años después ocuparía el Balneario del Carmen y que entonces sólo era una gigantesca charca, producto del oleaje.

De 1966 es la concesión de los actuales astilleros, aunque el ‘acoso administrativo’ empezó en 1978, cuando un paseo marítimo tenía que pasar por mitad de los astilleros ¿les suena?

Finalmente, ese paseo se hizo, hacia 1981, pero bordeando la instalación, aunque el Gobierno central se desentendió de él y nunca lo reparó, por lo que los temporales hicieron su agosto. De hecho, en 2004, en una polémica actuación, Emasa hizo pasar una tubería bajo los restos del paseo. Además, una escollera ‘taponó’ para siempre la botadura de los barcos al mar.

En la foto tomada ayer, se aprecia el espacio por el que transcurría el paseo marítimo desaparecido: bordeaba los astilleros, igual que el paseo marítimo Pablo Ruiz Picasso bordea en nuestros días el antiguo merendero Antonio Martín, sin necesidad de echar abajo nada.

Y si la tibieza con Nereo por parte del Gobierno central y de nuestro Ayuntamiento siempre ha sido proverbial, se llevó la palma la Junta de Andalucía en su etapa socialista, cuando en una actuación de cinismo administrativo que hizo época, protegió la actividad que realizaba Nereo (la carpintería de ribera en Pedregalejo) pero no los astilleros, algo que sí hizo con los astilleros sevillanos de Coria del Río.

Por fortuna, en 2019 el TSJA enmendó la plana a nuestros retorcidos cargos públicos y ordenó a la Junta, ya gobernada por los populares, que iniciara la protección de los astilleros.

También el Ministerio de Cultura, en 2016, incluyó Nereo como uno de los tres únicos sitios de la provincia de Málaga dentro del Plan Nacional del Patrimonio Industrial, e Icomos, el organismo asesor de la Unesco, pidió en 2018 preservarlo como BIC de Paisaje Cultural.

Dado el perfil de nuestra clase dirigente, alérgica a todo experto que les contradiga, habrá que seguir atentos, porque desde 1978 no cejan en su empeño de echar abajo estos hermosos astilleros para que los atraviese un paseo en lugar de bordearlos.