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Las comuniones mantienen sus fechas habituales pese a la incertidumbre de la cuarta ola

La mayoría de las celebraciones se producirán en mayo y junio - Hay familias que decidieron no arriesgarse en 2020 y dejaron para este año la celebración

La pandemia ha disminuido la celebración de las comuniones, pero se continúan desarrollando. Foto de archivo. | L.O

La pandemia ha disminuido la celebración de las comuniones, pero se continúan desarrollando. Foto de archivo. | L.O / MARÍA LUCÍA RODRÍGUEZ. MÁLAGA

María Lucía Rodríguez

Tan solo quedan un par de semanas para que se empiecen a desarrollar las celebraciones de las primeras comuniones en Málaga. Hasta el momento y si la situación no cambia, se llevarán a cabo en sus fechas habituales. Pese a que la incertidumbre de la pandemia sigue existiendo y aún no se conoce como influirá la llegada de la cuarta ola, los sacerdotes de la parroquias El Salvador, Nuestra Señora de los Dolores y San Miguel han decidido continuar con la programación ya establecida, aunque sin descartar modificaciones posteriores, en función de la evolución de la pandemia del Covid-19. «La comunicación de las fechas fue poco a poco. Antes de navidades, hicimos una previsión en función de la situación sanitaria y guiándonos por la experiencia del año pasado. Por ejemplo, una de las tandas primeras que teníamos en abril la hemos ido retrasando a septiembre porque nos parecía precipitado. Casi todas se harán en mayo y junio y algunas en septiembre para posibilitar, sobre todo, que la gente pueda organizarse», subraya el sacerdote Miguel Ángel Criado.

Cambios en el calendario

El año pasado todo era muy diferente. La cancelación repentina de las comuniones cogió por sorpresa a todos los implicados: sacerdotes, empresas organizadoras de eventos, tiendas de ropa, hosteleros y, por supuesto, a los principales protagonistas: los niños. Aunque finalmente se pospusieron a los meses de septiembre y octubre al estar el país sometido a un confinamiento estricto, hay familias que decidieron no arriesgarse y posponer para este año la celebración ya que no se conocía con certeza el límite de invitados o si finalmente los cierres perimetrales les permitirían a sus invitados viajar hasta el lugar de la celebración. «En nuestro caso, les dimos la posibilidad a las familias de que si no querían celebrar la comunión de forma tradicional en un grupo con el resto de niños, podían hacerlo en la misa del domingo para evitar las aglomeraciones. Durante el verano, la cosa iba mejor y los padres tenían miedo de que finalmente el niño no pudiera hacer la comunión. Finalmente el 35% de los niños la hicieron de esa forma», comenta el sacerdote José Emilio Cabra.

Celebración

Cada parroquia es la encargada de gestionar cómo se celebrará el acto, pero teniendo en cuenta las medidas aprobadas por el Gobierno andaluz en las que está presente que la ocupación de los lugares de culto dependerá de los niveles alerta sanitaria establecidos: un límite de aforo del 50% en los municipios que se encuentren en un nivel de alerta 2 ó 3; y del 30% en las zonas con nivel de alerta 4. «Este año como ya tenemos la experiencia, es más fácil. En cada grupo habrá unos 10 niños con unos invitados limitados y procurando que no haya mucho movimiento por lo que se evitarán las ofrendas», confiesa el cura José Emilio Cabra. Por otro lado, en la Parroquia El Salvador aseguran que tratarán de seguir el mismo método del año pasado ya que fue completamente resolutivo. «Cada niño tiene que traer un papel indicando cuáles son las personas que van a asistir porque hay que cumplir escrupulosamente los aforos. El año pasado nos fue muy bien con esta técnica, había dos cataquesticas en la puerta y hacían de recepcionistas para comprobar que todos aquellos de asistían estaban apuntados. Mientras tanto, otras dos catequistas que estaban dentro del templo les indicaban a los asistentes dónde se tenían que sentar», comenta el sacerdote Miguel Ángel Criado.

A pesar de todas estas medidas de seguridad, tampoco olvidan que este momento tiene que estar lleno de felicidad ya que es un día fundamental para los niños. «La celebración se hace de una forma alegre porque es una ocasión tan importante para los niños que creemos que la alegría de ‘recibir al Señor’, aunque esté la pandemia, la tienen que recordar para siempre», resalta el cura Guillermo Tejero.

Catequesis

Las desorbitadas cifras de contagios y restricciones en los primeros meses de 2021 obligó a paralizar el curso pastoral en dos de las parroquias comentadas: la de Nuestra Señora de los Dolores y la de El Salvador. Esta última acoge a un total de unos 170/180 niños y desde el Consejo Parroquial decidieron que lo mejor era no movilizar a tantas familias y reanudar la presencialidad cuando todo estuviera más calmado, concretamente regresaron después de la Semana Blanca.

Convite y trajes de vestir

Los sectores de la hostelería, el textil y el de los eventos se mantienen expectantes y reconocen estar sucumbidos en una inquietud por las medidas tan cambiantes. «Las pérdidas del año pasado están ahí, no hemos sufrido muchas sino que han sido más aplazamientos, pero evidentemente no tuvo que ver nada con el 2019», describen desde Valtari Eventos. A pesar de ello, en la tienda Alborada Flamenca pasó todo lo contrario: «Teníamos la campaña prácticamente vendida cuando se proclamó el confinamiento y este año es diferente. Hay quienes están intentando retrasar la comunión y otros que siguen hacia delante. Ese es uno de los motivos de variación de las ventas», explican.