La Crónica de la Ciudad

El descolorido homenaje a Málaga en Gibralfaro

En la turística curva de subida al parador desde el Camino Nuevo languidece un mural artístico de Málaga, obra de Gabriel Padilla

El panel artístico de Málaga, obra de Gabriel Padilla, se encuentra en mal estado de conservación desde hace años.

El panel artístico de Málaga, obra de Gabriel Padilla, se encuentra en mal estado de conservación desde hace años. / A. V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Los vecinos cuentan que las primeras casas del barrio de Ventaja Alta datan de hacia 1910 y recuerdan que en una de ellas llegó a vivir Anita Delgado, la maharaní de Kapurthala.

Se trata del grupo de viviendas de la parte más alta del Camino Nuevo, en el ascenso a Gibralfaro. Fue precisamente la Asociación de Vecinos de Ventaja Alta, de la mano de su secretaria, la siempre activa Guadalupe Rodríguez, una gran amante de la Historia de Málaga, quien propuso hace algo menos de veinte años al pintor y por entonces vecino del barrio, Gabriel Padilla, que pintara un mural alusivo a la ciudad con algunos de sus principales iconos.

El panel lo realizó el artista en el garaje del padre de Guadalupe, recuerda la secretaria vecinal, que señala que pudo hacerse realidad gracias a una subvención de Unicaja.

El resultado fue una obra moderna con un clarísimo guiño a Picasso pues cuenta con la presencia en primer plano de una de las señoritas de Avignon (en realidad, de la calle Avinyó de Barcelona).

Y entre otros elementos de la obra, la torre de la Catedral, la Alcazaba, la puerta del Mercado de Atazaranas, un espetero y la figura del filósofo Ibn Gabirol.

El panel daba la bienvenida a los cientos de autobuses que a lo largo del año subían al parador y al Castillo de Gibralfaro, aprovechando una curva tan cerrada.

Y como curiosidad, cuando se concluyó los vecinos encargaron una copia en miniatura que hoy se encuentra en la sede del Distrito Centro.

Pero el tiempo, con la salvedad del presentador Jordi Hurtado, es implacable para todos y los rayos de sol, día tras día, se fueron comiendo el colorido de la obra hasta dejarla en un actual verde destemplado. Además, hay que sumar el oxidamiento del soporte en el que se encuentra.

En resumidas cuentas, pese a ser una pintura, el cuadro es ahora mismo un poema.

Los vecinos llevan varios años planteando al Ayuntamiento su sustitución por otro que resista mejor los embates de la edad. Lo cierto que es que, ahora mismo, situado en un punto turístico tan frecuentado, la imagen que transmite de nuestra ciudad es bastante cochambrosa.

En el barrio entienden que, si alguna vez se proyecta abrir la curva donde hoy se encuentra el panel, habría que pensar en instalarlo en otro lugar, pero les gustaría que se emplazara en Ventaja Alta, para que siga acompañando a los turistas y visitantes que suben a Gibralfaro.

Y en cualquier caso, una retirada honrosa del castigado panel sería lo mejor para mejorar el aspecto general de la zona.