Salud

Primeros auxilios, unas prácticas que salvan vidas

Los primeros auxilios son una serie de actuaciones y técnicas que permiten la atención inmediata de una persona accidentada hasta que llega la asistencia médica profesional, con el fin de que las lesiones que ha sufrido no empeoren - Actuar con rapidez, conservar la calma, evitar aglomeraciones y no mover a la persona herida salvo que sea imprescindible son algunos de los consejos generales que se han de seguir

Vera López realizando una RCP durante una de sus clases

Vera López realizando una RCP durante una de sus clases / L. O.

Emma Naranjo Smidt

El segundo sábado de septiembre se celebra el Día Mundial de los Primeros Auxilios, una fecha en la que cada año se recuerda que cualquier persona es capaz de hacer que su entorno sea seguro y salvar vidas. Ante un corte, un atragantamiento o un desmayo, los primeros auxilios son imprescindibles para predecir cómo va a evolucionar esa persona accidentada hasta que llega la asistencia médica profesional, además de garantizar su supervivencia sin secuelas neurológicas. «Un día estaba de fiesta y en mitad de la discoteca se desplomó una persona. Me tocó hacerle una RCP y esa es la razón por la que salió adelante. Al ser sanitaria sabía hacer un masaje cardíaco, pero el resto de la gente se quedó mirando y sin saber qué hacer», afirma Vera López, enfermera de urgencias y emergencias en el Hospital Regional Universitario de Málaga. En ese momento, la sanitaria se sorprendió de la falta de conocimiento de las personas que había en el local y temió por lo que podría haber pasado si ella no se hubiera encontrado allí.

Delia Peña enseñando cómo se hace una RCP a un grupo de alumnos. | LA OPINIÓN

Delia Peña enseñando cómo se hace una RCP a un grupo de alumnos. | LA OPINIÓN / emma naranjo smidt. málaga

Mantener vivo al accidentado, ponerle lo antes posible en manos de servicios médicos, evitar nuevas lesiones o complicaciones, aliviar el dolor y evitar infecciones o lesiones secundarias son los cinco objetivos de este conjunto de actuaciones y técnicas que permiten la atención inmediata de una persona accidentada. Esta es la gran base de las clases que Vera López imparte en ciclos formativos de grado medio de técnico de emergencias sanitarias. En esas lecciones, siempre hace hincapié en la importancia de los primeros auxilios: «Todas las personas deberían aprender estas actuaciones básicas porque, por ejemplo, en una parada cardiorrespiratoria el primer minuto para que esa persona sobreviva sin secuelas neurológicas es oro. Si la población está entrenada para realizar compresiones torácicas, estamos salvando la vida de las personas».

Una rápida actuación permite predecir cómo va a evolucionar la persona accidentada, además de garantizar su supervivencia y reducir las posibles secuelas neurológicas

Proteger, avisar y socorrer

La enfermera malagueña explica que no se puede hablar de primeros auxilios sin hacer mención al método PAS, cuyas siglas corresponden a las funciones de proteger, avisar y socorrer. «En un accidente de tráfico, si la persona a la que queremos atender está en mitad de la carretera, lo primero que tenemos que hacer es apartarla a un lugar seguro, con las señalizaciones pertinentes y sin ponernos en peligro a nosotros mismos. Tras cerciorarnos de que la persona herida y nosotros estamos seguros, debemos alertar al 112 o 061 para que vengan los servicios de socorro», afirma Vera López. El aviso del accidente es necesario para que la persona que lo ha presenciado no haga omisión del deber de socorro y que, en el caso de no tener conocimientos sobre primeros auxilios, se le explique cuáles son los pasos que ha de seguir para ayudar a la persona que ha sufrido una accidente: «Tanto el 112 como el 061 cuentan con teleoperadores que van diciendo qué es lo que se debe hacer según lo que se va informando. También hay una sala de coordinación de emergencias que cuenta con médicos y enfermeros que escuchan atentamente los avisos por si deben dar indicaciones que se salgan de los protocolos habituales, para no ir a palos de ciego».

En el tercer paso, el de socorrer, es donde entran en juego los primeros auxilios. «Cuando hay una herida se tiene que taponar para que no siga sangrando y se evite una hemorragia o si alguien se atraganta hay que hacer toser a esa persona, darle golpes en la espalda o, en el peor de los casos, hacer la maniobra de Heimlich», explica Delia Peña, también enfermera y compañera de Vera López. En los más de quince años de experiencia que lleva en la profesión, en los que la salud de sus pacientes ha sido lo más importante, Delia asegura que los sanitarios notan cuando se ha practicado esta primera actuación, especialmente en las situaciones con pacientes que tienen un estado de mayor gravedad: «Si el sangrado de una persona no se controla mientras llega el equipo de emergencia o la ambulancia, por muy poco que se tarde, esa persona ya no está con vida cuando llegan los profesionales. Ahí está la gran diferencia y lo que hace que la supervivencia de esta cambie».

Educar para salvar vidas

Vera y Delia buscan concienciar tanto a las familias como a las entidades educativas en la relevancia del aprendizaje de los primeros auxilios en el ámbito escolar. Las dos sanitarias manifiestan que este tipo de educación tiene que ser accesible al profesorado y alumnado, además de adaptado a todas las edades de los estudiantes.

«Como enfermera y profesora, pienso que es muy importante que el sistema educativo reconsiderara los planes de estudio, para que se diera una formación completa en primeros auxilios. Esto lo podrían realizar desde los profesores de educación física y los de biología hasta los enfermeros escolares. Es muy necesario enseñarlo desde la escuela», detalla Vera López, que defiende que las prácticas que toda persona debe saber son: la reanimación cardiopulmonar; la posición lateral de seguridad; el control de una hemorragia y el de un atragantamiento.