Crisis

El campo lanza un SOS ante la subida de los costes debido a la crisis energética

La subida de la luz, el gasóleo, los fertilizantes o los fitosanitarios están multiplicando el precio de producción en origen - Las cooperativas están sufriendo retrasos en las exportaciones por el colapso en el transporte marítimo

Manifestación de agricultores frente a la Subdelegación del Gobierno.

Manifestación de agricultores frente a la Subdelegación del Gobierno. / Álex Zea

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Los fertilizantes y los abonos han subido entre un 239% y un 300%, la energía eléctrica un 270%, el gasóleo agrícola un 73%, los plásticos un 44%, el agua un 33%, las semillas un 20% y los piensos entre un 25% y un 30%.

La crisis energética, de transporte y suministro ha catapultado los costes de producción en origen como nunca antes había ocurrido, mientras que los precios de venta se mantienen inamovibles.

Esto se debe a que los intermediarios, es decir, las grandes cadenas, fijan el precio de venta con los agricultores y ganaderos a través de contratos a medio-largo plazo en los que los productores denuncian que carecen de margen para negociar.

«Son muy pocas las empresas con las que estamos negociando, con lo cual tienen mucha fuerza a la hora de fijar esos precios y nos vemos abocados a una ruina», explica Santiago Sánchez, técnico de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Málaga, que explica que las cadenas imponen un precio que los agricultores deben asumir, aunque no alcance a cubrir los costes de producción.

A esto se le suma la presión que ejercen los productos de importación, que presentan precios con los que los productores malagueños no pueden competir. «Son productos importados que no tienen la misma normativa ni los mismos requisitos de producción que nosotros».

El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Málaga, Francisco Moscoso, señala que «el consumidor paga mucho pero al agricultor no le llega», mientras que esa variación se queda en los «especuladores».

«Esto no puede seguir así. No queremos ser ricos con nuestros productos, solo queremos que la ganadería y la agricultura sean rentables, que no tengamos que ponerle dinero», denuncia.

Uno de los gremios más afectados es el lechero, que organizó una protesta en el Centro de Málaga a principios de agosto y que esta semana ha repetido a las puertas de la fábrica de Puleva en Granada.

Según Moscoso, los productores de leche asumen un coste de entre 38 y 40 céntimos para producir un litro de leche mientras que las empresas lácteas se lo están pagando a 31 céntimos.

En cuanto a los agricultores, el elevado precio de los productos fitosanitarios como el fosfato de amonio, que ha subido un 100% o los nitrogenados, que se han incrementado un 70%, ha supuesto que se planteen descartar su uso o incluso no sembrar, debido al deficitario beneficio que obtienen. Por ello, el campo está lanzando un «SOS» y reclama ayudas urgentes a las Administraciones.

Desabastecimiento

El director de operaciones de Dcoop, Pablo García, añade que otros plaguicidas como el lifosato, que viene de China, no solo se ha disparado su precio sino que existe un desabastecimiento real. «Todo lo que son árboles, como el olivo, puede aguantar un año sin fertilizantes pero en las plantas hay ciertos cultivos que vamos a tener serios problemas para cultivarlos».

Asimismo, también están escaseando materias primas imprescindibles como el vidrio, el aluminio o las latas, estas últimas empleadas para la conservación de la aceituna de mesa.

«Estamos empezando a tener complicaciones y retrasos en pedidos. La parte de plástico también estamos teniendo problemas y con el palé de madera, de tipo euro, que es el que se utiliza en Europa», recalca Pablo García. «Los precios se han disparado, un incremento que jamás habíamos visto. Y ya no es solo eso, sino que no se encuentra».

En Dcoop aseguran que están «capeando el temporal» y pueden seguir abasteciendo a sus clientes gracias a que incrementaron el número de proveedores por precaución pero prevén problemas de suministro para 2022, un año en el que tampoco descartan una subida de precios.

Retrasos en las exportaciones

El caos del transporte marítimo está generando retrasos en las exportaciones agroalimentarias.

«Nos cuesta muchísimo encontrar contenedores y están llegando a cuentagotas. Estamos mandando mercancía poco a poco», afirma el director de operaciones de Dcoop, que recalca que han amortiguado el impacto al aumentar el stock en el destino de los envíos. Asimismo, la producción está supeditada a la disponibilidad de contenedores: «Producimos cuando sabemos que tenemos disponibilidad de contenedores. La productividad es más deficiente pero no estamos almacenando stock por almacenar a la espera».

La inflación encarece la cesta de la compra en Málaga

La crisis energética, de transportes y de suministro están marcando los primeros compases de la recuperación económica global tras la parálisis provocada por la pandemia.

El precio desorbitado de la luz, el encarecimiento de los portes en el transporte marítimo y la falta de materias primas son tres factores que orbitan alrededor de una espiral inflacionista que ya afecta a la cesta de la compra.

En Málaga, el índice de Precios al Consumo (IPC), un indicador con el que se compara la pérdida o adquisición de poder adquisitivo, ha aumentado un 2,4% desde junio, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), coincidiendo con el inicio de la escalada de precios de la energía eléctrica que se ha mantenido durante el verano y el otoño.

Solo en un mes, de septiembre a octubre, el IPC se ha incrementado en un 1,8%.

A nivel andaluz, los precios han subido un 2% en octubre y un 5,3% con respecto a 2020. Si se compara octubre con septiembre, los alimentos y las bebidas no alcohólicas han subido un 1,6%; las bebidas espirituosas y el tabaco, un 1,1% y un 10,9% en vestido y calzado.

«Hay preocupación en el sector porque hasta ahora se ha estado conteniendo y absorbiendo al máximo esa subida de costes que ya es una realidad y se viene produciendo desde los primeros eslabones: sector productor, la industria, la transformación... hasta ahora lo han ido conteniendo pero no sabemos hasta cuándo va a ser posible», señala Álvaro González, secretario general de la Confederación Andaluza de Empresarios de Alimentación y Perfumería. «La energía y la electricidad es muy importantes nuestro sector , sobre todo por los frescos. La refrigeración tiene bastante importancia en los costes de un supermercado, que tiene que estar conectado permanentemente».