Belenista

Un Nacimiento de artista

El escritor y pintor naif malagueño Diego Ceano continúa la tradición familiar que heredó de su padre y, con la supervisión de su mujer y la ayuda de sus cuatro nietos, cada año monta en casa un belén en el que todos los elementos, con la excepción de las figuras, los realiza y pinta a mano

En la foto, Diego Ceano con su mujer, sus dos hijos y nueras y los cuatro nietos, delante del nacimiento completo

En la foto, Diego Ceano con su mujer, sus dos hijos y nueras y los cuatro nietos, delante del nacimiento completo

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En su niñez en la calle Dos Aceras, todos los años ayudaba a Manuel, su padre, con el belén. «Lo fabricaba con maderitas y cartones, porque en unos tiempos en que no se había inventado el reciclaje, mi padre reciclaba por necesidad», cuenta con una sonrisa el escritor y pintor malagueño Diego Ceano.

Desde que se casó hace 50 años, el famoso divulgador y artista naif sigue la tradición familiar y monta un belén en su casa de la zona de Martínez Maldonado, que siempre está listo para el Día de la Inmaculada y suele llevarle dos semanas de trabajo.

Quien supervisa la instalación es Carmen, su mujer, que como él ha sido en más de una ocasión jurado del certamen de belenes de la Federación Malagueña de Peñas.

En el montaje le ayudan sus cuatro nietos, Yanira, Elena, Sergio y Jorge, este último, el más pequeño, a los mandos de la pandereta para amenizar toda la operación.

«A mí me atraen mucho los nacimientos, pero el hacer las casitas, la alfarería de los platitos, la bodega...todo lo hago yo menos las figuras», destaca el pintor, que explica que hubo un año en que también realizó las figuras -de garbanzos la cabeza y de masa casera el cuerpo-, «puse corcho de los alcornoques y tenía tanta carcoma que al año siguiente no quedaba una figurita», ríe.

El pintor se ha encargado de decorar las casas de Belén, que también ha hecho a mano

El pintor se ha encargado de decorar las casas de Belén, que también ha hecho a mano

Masa al horno

Con la masa casera, hecha con harina, sal, vaselina y agua que luego endurece en el horno «y se pone hecha una piedra», moldea chorizos, morcillas, platos que luego decora con un pincel fino...

De hecho, el toque de artista se nota en que el nacimiento recuerda con sus casas color añil a la ciudad marroquí de Chauen, la del antiguo Protectorado Español.

«Decoro todo con pinceles normales, los mismos que uso para mis cuadros, que son unos pinceles muy pequeñitos», precisa. Del resto de materiales, como hacía su padre, le basta lo que encuentra en sus paseos por Málaga. «Parezco Diógenes , aquí hay que trabajar mucho la imaginación: si voy por la calle y veo un corcho blanco, no veo el corcho blanco sino unas casitas, que luego voy tallando como si fuera madera», detalla.

El mismo sistema de talla ha seguido este año con la fortaleza de Herodes que, explica, está inspirada en la Alcazaba de Málaga.

La fortaleza está inspirada en la Alcazaba

La fortaleza está inspirada en la Alcazaba

En cuanto a los árboles de la humilde aldea, cuenta que le regalan tomillo «y las ramas son muy parecidas a árboles en miniatura». Además, también emplea ramas de higuera: «Las partes pequeñas son retorcidas, esas las corto y le pego una serie de hojas de otro árbol y así van saliendo los olivos».

El nacimiento que sale de las manos de Diego Ceano, con la ayuda de su mujer y sus nietos, resulta así un prodigioso belén naif, que parece una prolongación de sus cuadros.

Feliz Navidad.