Accesibilidad

Una plaza para el pequeño Diego

A falta del visto bueno vecinal, el distrito de Ciudad Jardín y la Delegación de Movilidad consiguen una plaza para personas con movilidad reducida para que Marina Chamorro, una madre de Cortijillo Bazán con un hijo de 4 años con un tumor cerebral, pueda aparcar cerca de su portal. Llevaba más de dos años pidiéndolo

La responsable del distrito de Ciudad Jardín, Julia Guzmán; el concejal Avelino Barrionuevo, Marina Chamorro y su hijo, en la calle Sansón Carrasco.

La responsable del distrito de Ciudad Jardín, Julia Guzmán; el concejal Avelino Barrionuevo, Marina Chamorro y su hijo, en la calle Sansón Carrasco. / A. V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Cuando tenía sólo un año, al pequeño Diego le diagnosticaron un tumor cerebral, tres años más tarde y 15 operaciones después, el tumor sigue creciéndole. Además, como explica su madre, Marina Chamorro, al afectarle el cerebelo, este niño de 4 años no puede mantener el equilibrio.

«Aparentemente lo ves bien, pero si lo suelto de la mano, se cae», muestra, mientras el pequeño Diego no deja de moverse.

Para esta madre de 41 años, que vive sola con su hijo en un bloque de la pequeña calle Sansón Carrasco, en Cortijillo Bazán, lidiar con la enfermedad de Diego le supone un gran esfuerzo físico. «Mi niño pesa 20 kilos y todo lo tengo que hacer con una mano. Ahora mismo estoy rabiando con las muñecas, pero no puedo estar quejándome todo el día, es algo que tengo que hacer», explica.

Lo que sí llevaba más de dos años pidiendo es que al menos un apartado de su vida fuera un poco más sencillo y pudiera aparcar cerca de su portal gracias a una plaza para persona de movilidad reducida (PMR).

La madre querría la plaza de aparcamiento para PMR lo más cerca de casa.

La madre querría la plaza de aparcamiento para PMR lo más cerca de casa. / A. V.

Porque el problema es que en esta reducida calle, con dos bloques para 60 familias, casi nunca hay un hueco libre y tiene que intentar aparcar en un llano a la espalda de su bloque. «Cuando ni en el llano hay aparcamiento subo el coche en la acera y pongo la tarjeta de discapacitado, para que la policía vea por lo menos que no tengo dónde aparcar», explicaba ayer.

Llevaba Marina más de dos años detrás de esa plaza y ya andaba baja de moral ante el tiempo de espera. La buena noticia es que ayer mismo, mientras La Opinión la visitaba en el barrio, se despejó casi todo el horizonte burocrático, después de que se hayan coordinado el Distrito de Ciudad Jardín y la Delegación de Movilidad.

El concejal muestra los cambios de movilidad de la zona.

El concejal muestra los cambios de movilidad de la zona. / A. V.

Como ayer explicaba el concejal de Ciudad Jardín, Avelino Barrionuevo, el obstáculo para conceder la plaza de PMR era que la calle Sansón Carrasco era de dos direcciones y sólo podía hacerse si se convertía en una vía de dirección única.

Precisamente, la reordenación del tráfico en esta zona de Cortijillo Bazán era una petición de la asociación de vecinos del barrio, por los muchos accidentes de tráfico que causaba la confluencia de dos de las calles con la avenida Málaga Oloroso, reclamación de la que se hizo eco este diario en enero de 2020.

De hecho, según confirma el distrito, la petición de la reordenación se trasladó a Movilidad en junio del año pasado y un mes más tarde Movilidad ya tenía listo el estudio, que prevé una sola dirección para la calle Sansón Carasco .

Ayer el concejal de Movilidad, José del Río, explicó a este diario que se llevará a cabo la reordenación y la reserva de plaza de PMR si hay consenso de los vecinos, algo que el distrito considera muy probable, dado que fue la propia asociación de vecinos la que pidió este cambio en la movilidad del barrio.

Marina Chamorro ha querido agradecer el buen trato recibido por el distrito y confía en que la plaza esté lo más cerca de su portal. No será, claro, una plaza personalizada, pero cuando esté libre le hará la vida un poco más fácil.