Los altos precios de la luz triplican la demanda para instalar placas solares

Las empresas malagueñas de este sector han tenido que reforzar sus plantillas en el último año - Aparecen nuevos instaladores autónomos que, tras el parón de la construcción por la falta de materiales, hallan en las placas fotovoltaicas un importante nicho de mercado

Las placas fotovoltaicas permiten revalorizar el precio de estas casas.

Las placas fotovoltaicas permiten revalorizar el precio de estas casas. / FRAN EXTREMERA. Málagaf. e. FRAN EXTREMERA. Málaga

Fran Extremera

Fran Extremera

Los altos precios de la electricidad, que no han dejado de aumentar durante el último año, y el estallido de la guerra en Ucrania han propiciado que en apenas un año se haya triplicado la demanda por parte de las familias para instalar placas fotovoltaicas en las viviendas.

Los expertos aseguran que con estas instalaciones puede reducirse hasta en más de un 50% el recibo anual de la electricidad, gracias al importante número de horas de luz solar que se acumulan en la provincia. De hecho, el histórico suele arrojar para la mayoría de las comarcas unos 300 días soleados por cada año.

«En una media de cuatro a cinco años, con los precios tan altos del recibo, se puede costear una instalación para una vivienda unifamiliar. En este momento, el presupuesto medio ya aplicada la ayuda que proporciona la Junta de Andalucía está en unos 6.000 euros por casa», manifiesta Jorge Sánchez. Es uno de los más de alrededor de 100 proveedores que, dentro de la provincia, prestan este servicio en la actualidad.

Todas las empresas que lograron sortear la crisis del coronavirus y que por lo tanto continúan activas han aumentado significativamente sus plantillas en lo que va de año, a raíz de esta fiebre por las placas fotovoltaicas. Pero además ha habido muchos autónomos vinculados al sector eléctrico que, en el último mes y medio, como consecuencia del parón de la construcción (ante la subida del combustible y de las materias primas), han optado por reciclarse ante «este nicho de mercado que existe sobre los tejados de las casas o edificios».

Uno de ellos es Manuel Gutiérrez, electricista de profesión durante dos décadas, y que ha decidido prepararse durante la pandemia para especializarse en la instalación de equipos fotovoltaicos. Es uno de los muchos titulares de empresas recién constituidas dentro de uno de los sectores que, al calor de las ayudas comunitarias, tiene más futuro ante el horizonte del 2030.

«Ya no es que hayas amortizado en pocos años estos equipos. Cuanto más suba la luz más rápido estarán costeados. Pero además son unidades muy modernas, que te garantizan una vez amortizadas empezar a ganar dinero. Incluso si pones un número importante de placas, porque las ayudas son en función del número de placas, vas a poder generar luz para la propia red pública», apunta uno de los usuarios de Manuel y que ha preferido no facilitar su identidad.

«Como trabajo en un surtidor de gasolina, comprenderás que no diga mi nombre. El futuro está aquí, en los vehículos eléctricos. Pero de momento hay muchos intereses en que sigan existiendo los híbridos o coches que no dependen al cien por cien del enchufe», agrega para justificar su petición.

En la provincia existen empresas, como Novasol Sistemas Energéticos S.L., con sede en la calle Herman Hesse del polígono Guadalhorce, con décadas de trayectoria. Otras han quebrado y precisamente han propiciado que esta firma veterana adquiera para su mantenimiento instalaciones de comunidades de propietarios o de viviendas unifamiliares. Tampoco dejan de aumentar las peticiones de cooperativas agrícolas, que aprovechan las cubiertas de sus naves o edificios para reducir la factura eléctrica que soportan en sus presupuestos anuales.

El primer paso cuando una de estas empresas recibe la llamada para solicitar un presupuesto es el de conocer el tipo de inmueble en el que se instalarán los equipos. Es necesario realizar un estudio y no será lo mismo tener que dotar de placas fotovoltaicas una vivienda de reducidas dimensiones y una potencia contratada de entre 3,5kw y 3,6kw, que otra más grande de unos 4,8kw de potencia.

«Las ayudas son muy importantes y van a seguir estando ahí, porque va a venir cada vez más dinero de los presupuestos europeos para propiciar más energía limpia y menos dependencia del gas que, precisamente con la invasión de Rusia en Ucrania, ya no está a disposición de la Unión Europea», explica Jorge Sánchez.

Los equipos además han mejorado significativamente respecto a los de hace unos años. En la actualidad, el cliente que instala placas fotovoltaicas puede controlar en todo momento el consumo de su vivienda desde el móvil. El propio Sánchez manifiesta que la seguridad en el hogar puede ser un beneficio añadido para las familias.

«Te sale al cabo de poco tiempo reflejado el consumo. Si te has dejado la vitro encendida, u otro electrodoméstico, imaginemos habiendo salido unos días para descansar, estés donde estés te va a salir en la pantalla y vas a poder alertar de cualquier incidencia a quien consideres. Así tienes la seguridad de que nada extraño va a ocurrir en casa mientras estás fuera», apunta.

Los expertos recomiendan a las familias que se comparen aspectos importantes, porque no todas las empresas demuestran la misma profesionalidad. De este factor puede depender la eficiencia y duración de los equipos instalados. «En Málaga tenemos la suerte de que trabajamos decenas de empresas y ya sabemos que la competencia favorece la competitividad, que muchas veces termina en generar una mayor calidad del servicio», expresa otro de los proveedores veteranos.

Una mayor concienciación que antes de la pandemia

Los portavoces de empresas instaladoras de placas fotovoltaicas inciden en la mayor concienciación que, a raíz de la pandemia y de la guerra en Ucrania, se ha extendido entre la población malagueña. De hecho, Andalucía era una comunidad deficitaria en este tipo de instalaciones frente a otras con muchos menos días soleados al año. Este factor ha sido determinante para que las propias empresas hayan reforzado este año sus plantillas.  

La provincia va por lo tanto camino de convertirse en uno de los puntales en España por número de placas fotovoltaicas por familia. Y de este aspecto se enorgullecen los propios empresarios. También consideran que las autoridades debieran lanzar campañas específicas, de las que también se vuelven a recuperar ahora por la sequía, respecto a la necesidad de limitar el despilfarro de agua potable.

En este sentido, Bruselas sí que abunda en las ventajas de la energía solar en varios de sus principales portales informativos. Así se subraya que se trata de una energía no contaminante, que es económica, presume de ser fuente energética inagotable o que disminuye la necesidad de combustibles fósiles o que contribuye a preservar los recursos naturales. De esa forma también propicia la mejora del entorno medioambiental en términos sostenibles. 

Otra ventaja añadida es la de que no genera ruido, refiriéndose a los vehículos eléctricos (a los que no obstante se les empieza a dotar de sonidos artificiales que permitan advertir de su tránsito por las vías públicas), propicia un «mantenimiento sencillo» y, como premio añadido para el propietario, «permite revalorizar el valor de mercado de la vivienda dotada de estas placas».

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