Ruido

De la Torre plantea instalar medidores de ruido en las viviendas turísticas de Málaga

El alcalde insiste en que quienes visiten la ciudad deben "cumplir las normas de convivencia" y asegura que no tolerará la falta de "control"

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

El debate sobre el exceso de ruido en el centro de Málaga nunca llegó a desaparecer pero la sentencia del TSJA que obliga al ayuntamiento a indemnizar a tres residentes de la plaza Mitjana por su inacción ante las reclamaciones vecinales.

Por estas fechas y con las restricciones pandémicas reducidas a la mínima expresión, los decibelios en el casco histórico vuelven a estar en alza, favorecidos por el buen tiempo que llena las terrazas, las despedidas de soltero y de soltera además del auge del turismo.

En este sentido el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha asegurado que no van a "tolerar" que la ciudad no esté "controlada" en ese sentido y ha insistido en que "el que venga tiene que cumplir con las normas de convivencia".

Así, en un nuevo intento por controlar ese exceso de ruido que puede llegar a tener efectos "nocivos" para la salud -como demostraron los informes médicos aportados por los tres vecinos de Mitjana, en los que se acreditaba que necesitaban tratamiento farmacológico y psicoterapéutico para tratar síntomas como el insomnio, la ansiedad o la irritabilidad que sufrían por "la situación de su domicilio"-, De la Torre ha esgrimido que el Ayuntamiento de Málaga está estudiando la posibilidad de instalar medidores de ruido en las viviendas "que tengan la vocación o estén autorizadas como viviendas turísicas.

Esta medida no es nueva entre los propietarios de apartamentos dedicados al turismo, de hecho, en Cataluña la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur) promueve la instalación de "sonómetros" en estos alojamientos para que los propietarios puedan controlar el ruido que hacen sus inquilinos e incluso recibir una alerta si estos se exceden del máximo permitido.

Asimismo, ha recordado De la Torre que el verano pasado llegaron a recibir una media de cinco quejas diarias en el entorno del centro debido al ruido soportado por los residentes, algunas de ellas provocadas por las despedidas.

"Tenemos que trabajar y esforzarnos para que no exista la sensación de que a Málaga se puede venir sin problemas", ha reiterado el alcalde.

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