Poesía

Mochila con versos de toda una vida

El profesor de la UMA Francisco Morales Lomas acaba de ver publicada en una edición de la Diputación de Jaén cuatro décadas de su poesía titulada ‘La paradoja del caminante. Poesía reunida 1981-2021’. El volumen contiene 17 poemarios, cuatro de ellos inéditos

Francisco Morales Lomas, hace unos días en un rincón del Centro de Málaga, con su obra compilada.

Francisco Morales Lomas, hace unos días en un rincón del Centro de Málaga, con su obra compilada. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Tendría 15 años cuando descubrió a Lorca, a Bécquer, a Miguel Hernández, a Machado. Pero lo que fue «definitivo» le sucedió cuando estudiaba COU: «Una compañera me trajo los elepés de los poemas de Hernández y Machado cantados por Serrat, el poder leerlos y escucharlos me dio un empujón al respecto». 

Así terminó naciendo, en 1981, su primer libro de poemas ‘Veinte poemas andaluces’, cuando Francisco Morales Lomas compaginaba los estudios de Filología Hispánica en Granada con veranos de trabajo en el campo francés para reunir dinero con el que poder comprar libros, además de mandar una parte a su familia. «Mi relación es con gente del campo y eso se ve mucho en el primer libro, con una influencia social», cuenta, a la vez que resalta que en ese tiempo le marcó la poesía de Miguel Hernández y del peruano César Vallejo, al que considera un poeta que merecería la pena redescubrir.

Desde ese primer poemario han transcurrido cuatro décadas y en ese tiempo el profesor de la UMA Francisco Morales Lomas, presidente de honor de la Asociación Andaluza de Escritores y Críticos Literarios, ha llenado su mochila de versos que hoy pueden disfrutarse compilados, en orden cronológico inverso, en las 800 páginas de ‘La paradoja del caminante. Poesía reunida 1981-2021’, que acaba de editar la Diputación de Jaén.

La obra, explica, reúne 17 libros, cuatro de ellos inéditos, entre ellos ‘Perdone que no me levante’, de 2005, 33 poemas escritos en tres horas, pocos días después del fallecimiento por cáncer de su madre. «Es una elegía en la que mi madre me dicta la historia en poemas muy breves y sencillos, porque no tenía formación, era un ama de casa de la posguerra», explica.

Francisco Morales Lomas hojea su poesía reunida.

Francisco Morales Lomas hojea su poesía reunida. / A.V.

Para este jiennense de Campillo de Arenas -a su pueblo está dedicado el libro-, malagueño de adopción desde 1985, lo primordial de la poesía, más que reflejar las experiencias personales, es «la idea de que uno vive en una época, es de esa época, de ahí que la poesía no sólo sea lo que uno vive personalmente sino que hay que reflejar esa época». Francisco Morales Lomas, que en la mayoría de sus poemas emplea el verso libre, cree que para escribir poesía debe haber «un proceso previo de control de la palabra, de saber qué tienes que transmitir para que el mensaje llegue con mayor profundidad y haga el efecto deseado».

Aquiles y la tortuga

Del título escogido de la obra, ‘La paradoja del caminante’, con el que quiere evocar el famoso razonamiento de Zenón sobre Aquiles y la inalcanzable tortuga, detalla que «nosotros nos iniciamos en un camino que es físico pero sobre todo es interior, de lecturas, pensamientos, de ver dónde vives o no y siempre caminando».

Cuando echa la vista atrás y escruta a ese joven poeta de 1981 y contempla al actual concluye: «Sigo siendo el mismo. El realismo no es el elemento determinante de mi poesía, intento más una poesía que tenga un valor simbólico».

Y el lector que navegue por estas 800 páginas de versos a través del tiempo confiesa que le gustaría que llegase a puerto con la sensación de haber leído a «una persona que ha sido coherente con su propio pensamiento y su propia vida».

Como escribe en el inicio de uno de sus poemas: Después de todo, vivimos para contarlo.