Entrevista | Marta León Especialista en nutrición y salud hormonal y autora del libro 'La Revolución invisible. Cuida tus hormonas a partir de los 40'

«Ser consumidora de tabaco puede adelantar nuestra edad de menopausia»

La malagueña Marta León, especialista en nutrición y salud hormonal, defiende en su libro 'La Revolución invisible. Cuida tus hormonas a partir de los 40' la importancia de desvincular el concepto de menopausia con el de vejez

Marta León es especialista en salud hormonal.

Marta León es especialista en salud hormonal. / L. O.

Arancha Tejero

Arancha Tejero

La menopausia sigue siendo un tema tabú del que incomoda hablar. Sin embargo, solo en España, más de 11 millones y medio de mujeres están pasando ahora mismo por esta fase de transición hormonal. La malagueña Marta León, ingeniera química especializada en alimentación y salud hormonal femenina, reconoce que existe una preocupación por ser identificadas como «viejas» o incapaces, lo que provoca que esta etapa vital se viva con secretismo y pudor. Por eso, en su libro La revolución invisible. Cuida tus hormonas a partir de los 40 (Editorial Lunwerg), que presentará el próximo 20 de mayo en la librería Rayuela, trata de romper con esa visión arcaica de la menopausia y defender la importancia de comprender qué le está pasando a nuestro cuerpo.

¿Cuál es la percepción que se tiene de la menopausia?

La menopausia sigue siendo un tabú y la percepción sigue siendo errónea. Todavía como sociedad asociamos menopausia y envejecimiento cuando esto ya no es así. La menopausia no llega en un momento de vejez humana. Si la última menstruación llega en torno a los 50 y la esperanza de vida de las mujeres ahora mismo sobrepasa los 85, más que al final de la vida, sucede casi en la mitad. Antiguamente, llegar a la menopausia era un reto porque la esperanza de vida era muy baja, pero hace mucho tiempo que dejó de ser así.

¿Cuáles son los síntomas que hacen sospechar que la menopausia se acerca?

Los signos pueden empezar hasta cinco o diez años antes de que la última menstruación llegue y, a veces, son tan sutiles como que nuestras menstruaciones comiencen a tener cambios en la cantidad de flujo o en la duración de los ciclos. Se nota también en que el tejido empezamos a notarlo un poquito más seco. Aparece la arruga tanto por dentro como por fuera. Si tenemos gafas o lentillas el ojo tiende a estar un poco más seco, al igual que la boca. Cambios muy sutiles a los que normalmente no prestamos atención, pero que nos están hablando de esa transición al climaterio.

¿Hay que diferenciar entre climaterio y menopausia?

Sería lo ideal. El climaterio podríamos decir que es la etapa en la que se producen todos estos cambios, entre los que también se produce esta última menstruación. Y la menopausia sería el año que contamos desde la última menstruación en adelante, es decir, el primer año sin regla. En realidad, la menopausia es solo un año y en el cuerpo pasan muchas más cosas y durante más tiempo, por eso es más correcto hablar de climaterio, que es cuando se dan los sofocos, alteraciones en el ciclo, sequedad, etc.

¿Y emocionalmente cómo afecta esta revolución invisible?

Las hormonas tienen una componente que influye en todo lo que es nuestro estado de ánimo y que se puede notar en una mayor irritación o peor tolerancia al estrés, por ejemplo. Por otro lado, estas subidas y bajadas hormonales a veces nos llevan a un deseo, que antes se ha podido manifestar más o menos, de volver la mirada a una misma, de querer pasar más tiempo a solas, de cuidarnos más o de retomar hobbies. Hay algunas mujeres que, si no se permiten este espacio de tiempo consigo mismas, pueden notar más irritabilidad. En el climaterio, dejamos de lado ese rol de cuidadora de otros que solemos tener, para volver la mirada a una misma y al autocuidado. Es un momento en el que emocionalmente tenemos esa fuerza para poner límites y cambiar cosas que no nos gustaban. Creo que es muy inspirador y muy necesario que las mujeres lleguemos a un momento en el que conectemos más con lo de dentro.

¿Por qué temen entonces tanto las mujeres este momento?

Porque, como venimos de esta concepción negativizada de esta etapa, la tememos un poco por miedo a ser invisibilizadas o borradas. Una de las razones por las que llamo al libro ‘La revolución invisible’ es para también nos «revelemos» ante la idea que nos invisibilicen, que es una de las principales cosas que observo que aparecen en esta edad. Las mujeres cuando cumplimos 45-50 perdemos representación, por ejemplo, en los papeles principales de películas y pasamos a ser papeles secundarios de «las madres de», pero también perdemos representación en telediarios o en las cúpulas de las empresas. Esto es un mensaje no verbal que vamos observando las mujeres y que nos va inculcando ese temor, desde lo físico y psicosocial, a ser borradas.

¿Detecta entonces en las mujeres una preocupación real a que llegue ese momento?

Claro, porque, aunque no se nos diga tal cual, las mujeres perdemos valor cuando somos viejas y esto es muy injusto. Pero esto ocurre desde la Edad Media. Una mujer marcaba su valía, no solo por su posición social, sino por su edad y su capacidad de parir. Tenemos que desdibujar esta idea porque nuestra valía ya no solo está en nuestra capacidad de gestar y de parir, sino por lo que aportamos a la sociedad.

Marta León con su nuevo libro ‘La revolución invisible’. | LA OPINIÓN

Marta León con su nuevo libro ‘La revolución invisible’. / La Opinión

Hablábamos antes de los síntomas, ¿tienden las mujeres a ignorar las señales que les manda su cuerpo y a no darles la importancia que se merecen?

Esto ocurre muchísimo, pero no solo durante el climaterio, sino durante toda la vida. Aunque afortunadamente esto está cambiando, las mujeres venimos de una tradición de no escuchar a nuestro cuerpo desde un punto de vista hormonal o sexual. La educación sexual, en la que está incluida la educación menstrual y la hormonal, y que se da en los colegios es un poco escasa y sigue asociada muy exclusivamente a todo lo que tiene que ver con el coito. De hecho, yo en la consulta tengo que hacer mucha pedagogía con mujeres de 30 o 40 años que no conocen su ciclo. Por eso, el libro tiene la pretensión de ser un diccionario hormonal para entender qué es lo que nos está ocurriendo y por qué nos está ocurriendo.

¿Es recomendable que llegado el momento las mujeres acudan a un especialista?

Sí, sobre todo es muy importante que empecemos a investigar porque, como siempre digo, el climaterio es un examen obligatorio porque todas las mujeres que seamos longevas vamos a llegar a esta etapa. Por lo tanto, tenemos que ir bien preparadas y es muy importante que preguntemos a los profesionales de confianza, incluso antes de que llegue la última menstruación para que así nos dé tiempo a incorporar buenos hábitos. Si llegamos poco preparadas, es probable que tengamos un climaterio peor, seguramente con sofocos, sobrepeso, síndrome metabólico, etc. Más allá de lo estético, está en juego nuestro bienestar y, sobre todo, el cómo vivimos los años que nos quedan por vivir.

¿Se puede postergar la menopausia?

Es algo que todavía no podemos hacer, aunque hay algunas investigaciones que están valorando si sería posible. Pero lo que sí podemos hacer es no adelantarla. Algo que no sabemos es que hay muchas cosas de nuestra vida cotidiana que podrían adelantar nuestra edad de menopausia, por lo que saberlo nos va a ayudar a que no llegue antes de tiempo. Por ejemplo, ser consumidora de tabaco, activa o pasiva, puede adelantar hasta cinco años nuestra edad de menopausia.

¿Qué opina de los tratamientos hormonales para paliar algunos síntomas de la menopausia?

Más allá de que tienen un pasado oscuro, ahora se están viendo buenos resultados, sobre todo en los casos de mujeres con menopausia precoz en los que es necesario hacer algo porque una chica de 30 necesita menstruar hasta los años que le correspondería por media. Ahora se está haciendo mucho mejor que hace una década en la que se solía recomendar una misma terapia hormonal sustitutiva para todas, lo que provocó las consecuencias por las que tiene tan mala fama. Sin embargo, ahora se están recomendando los tratamientos con hormonas bioidénticas y se hacen estudios y dosis personalizada de cada paciente.

Gran parte del libro lo dedica a dar información, consejos y hábitos saludables para un mayor disfrute de esta etapa, ¿cuáles serían los más importantes?

Los cinco más básicos serían la hidratación, tanto por fuera como por dentro a través de comida, verduras, frutas y agua. La segunda sería la vitamina D es una hormona esencial. Respecto a la alimentación, tanto los alimentos de color anaranjados como el omega 3 de los pescados son muy recomendables para cuidar los tejidos de dentro y de fuera. Y, por último, el movimiento es fundamental para nuestra salud pélvica.

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