Vivienda

Demolición en Callejones del Perchel para hacer viviendas de lujo

La gestora de cooperativas Gescoland y la inmobiliaria Profesión Casa construirán un bloque de 10 viviendas de dos y tres dormitorios desde 288.900 euros

Demolición en Callejones del Perchel.

Demolición en Callejones del Perchel. / L.O.

Ana I. Montañez

Ana I. Montañez

Arranca la demolición de un edificio de baja altura ubicado en el número 13 de Callejones del Perchel para la construcción de un bloque de viviendas de lujo.

La promoción, impulsada por la gestora de cooperativas de viviendas, Gescoland y la inmobiliaria Profesión Casa, contará con 10 pisos repartidos en cinco plantas más un local comercial. Además, estará equipado con 10 trasteros.

El edificio original, previo a la demolición.

El edificio original, previo a la demolición. / Google maps.

En cuanto a los precios, la horquilla parte de los 288.900 euros (+ IVA) para el piso de dos habitaciones en la primera planta y con una superficie de 74,85 metros cuadrados, y hasta 310.000 euros para uno de 81,25 metros cuadrados.

El precio asciende a medida que se va avanzando en altura, siendo los más caros los áticos, con 50 metros cuadrados de terraza, cuyos precios oscilan entre los 339.500 euros y los 370.100 euros. El local comercial, de 83,5 metros cuadrados, asciende a 209.000 euros, más impuestos. En cuanto a los trasteros, el coste se mueve entre los 11.800 euros y los 15.750 euros.

Infografía de uno de los pisos.

Infografía de uno de los pisos. / Gescoland.

Una manzana en guerra

Unos metros más hacia la glorieta de Albert Camus, los vecinos de la manzana que ocupa hasta seis calles de El Perchel -en total 22 edificios en propiedad de la promotora Dazia Capital- siguen con la incógnita de qué ocurrirá con sus viviendas, ya que la propietaria tiene previsto rescindir los contratos y llegar a acuerdos con los inquilinos de renta antigua.

Como informaba este periódico en diciembre del año pasado, los vecinos siguen abonando sus mensualidades mediante consignación judicial para que no se les pueda reclamar ningún impago ante la negativa de la promotora a recibir los pagos, que defiende que los contratos de alquiler han expirado.