Desalojo

Aplazan un mes el desahucio de la familia con cuatro menores de la calle Eduardo Carvajal

La madre y hermanos de Antonio J. acceden a darle de plazo hasta el 13 de diciembre

Un grupo de vecinos del bloque se concentró delante del piso para impedir el desahucio

El abogado de Antonio confía en que la situación de vulnerabilidad de la familia haga que el desahucio quede sin efecto o se le dé otra vivienda

Vecinos y miembros del colectivo Derecho a un Techo se concentraron delante de la vivienda de la familia desahuciada.

Vecinos y miembros del colectivo Derecho a un Techo se concentraron delante de la vivienda de la familia desahuciada. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El desahucio previsto este jueves a las 9.30 en un piso de la calle Eduardo Carvajal, junto a la avenida de Andalucía, se ha aplazado hasta el próximo 13 diciembre, después de que los servicios sociales de emergencia del Ayuntamiento hablaran con un representación de la propia familia del desahuciado, Antonio J., de 42 años, con una máquina de oxígeno por la Covid que vive con su mujer y sus cuatro hijos menores. El matrimonio está en paro.

Se da la circunstancia de que la demanda de desahucio ha partido de la madre y hermanos de Antonio. Una representación de los demandantes accedió finalmente a conceder cerca de un mes de plazo para que sus parientes abandonen la vivienda. Se trata del segundo aplazamiento que otorga la familia de Antonio, pues ya hubo un primer intento de desahucio el pasado 29 de junio, aplazado hasta este jueves.

Desde minutos antes de la hora programada del desahucio, un grupo de vecinos del bloque y del colectivo de mujeres Derecho a un Techo se congregó delante del piso para tratar de impedirlo.

Como informó La Opinión el pasado martes, se trata de un conflicto familiar en el que la justicia ha dado la razón a la madre del malagueño Antonio J. y sus cinco hermanos, coherederos de la vivienda familiar, al igual que Antonio J. Este último sostiene que la casa familiar estuvo abandonada durante 13 años, tras morir su padre y se fue a vivir a ella hace unos seis años, porque estaba abandonada y vandalizada, algo que este jueves confirmaron a este diario dos de los vecinos del bloque, aunque la familia de Antonio lo desmiente con rotundidad.

Antonio y su familia, este mes.

Antonio y su familia, este mes. / A.V.

Antonio Doblas, abogado de Antonio J., que solicitó al juez la suspensión del desahucio así como un informe de vulnerabilidad social de la familia a los servicios sociales, manifestó tras conocer el aplazamiento que "dentro de lo malo es una gran noticia y esperemos que el día 13 (el desahucio) se quede sin efecto porque nunca me he encontrado en un juzgado que haga caso omiso a una situación que es de libro".

El letrado recalcó que con el informe de vulnerabilidad y la reciente modificación de la Ley de Vivienda y la Ley de Enjuiciamiento Civil "esa persona no puede irse de su casa, a no ser que se le ofrezca una alternativa, que no la tiene". El abogado confió en que "antes del 13, el propio juzgado abra los ojos y vea la situación de este hombre".

Acompañó a la familia la exconcejala Rosa Galindo, del colectivo de mujeres Derecho a un Techo, que confió en que de aquí al 13 de diciembre, "las instituciones le den a esta familia un hogar y no tres días en un hostal".

Por su parte el propio Antonio J. , que volvió a decir que no entendía la reacción de su familia, como ya indicó a este diario reiteró el ofrecimiento para que su madre viva con ellos y manifestó: "Sólo pido un hogar para mis niños y para mí, que estoy enfermo".

Respuesta de la familia

En nombre de los demandantes del desahucio habló con La Opinión este jueves Emilio J., hermano de Antonio, que negó que el piso estuviera vandalizado: "Eso es mentira, mi hermana venía a limpiar cada semana". También resaltó que su hermano ha intentado agredir varias veces a su madre, "lo que pasa es que mi madre nunca ha querido denunciarlo" y destacó que ella tuvo que pedir un préstamo personal para pagar las deudas del hijo "y no le cerraran el taller" de mecánica, su medio de vida.

Emilio subrayó que su hermano es una persona conflictiva que lleva sin hablar con la familia "desde antes que muriera padre" y señaló que su hermano aprovechó un tiempo en que su madre estuvo en casa de una hermana, tras morir el padre para entrar en la vivienda "y reventar la cerradura".

El pasado martes, Dolores J., hermana de Antonio, manifestó a este diario que sus hermanos estaban ayudando a su madre a pagar un alquiler, porque tiene una pensión de 700 euros y «porque le han quitado la casa».

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