Crónicas de la ciudad

Marejada de toallitas de baño en la playa de Huelin

En Málaga no hacen falta bolitas de plástico para ensuciar las playas, nos basta con las toallitas de baño que miles de malagueños inconscientes tiran por el váter, como pasó el sábado en Huelin

Las toallitas suponen la mitad de los residuos recogidos en las aguas residuales de Málaga

Limpiarse con papel higiénico, con toallitas o con agua ¿qué es más higiénico?

La playa de San Andrés, en plena limpieza de los voluntarios medioambientales, el pasado sábado.

La playa de San Andrés, en plena limpieza de los voluntarios medioambientales, el pasado sábado. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El sábado se celebró en la playa de San Andrés una convivencia medioambiental con varias asociaciones (Andalimpia, Equilibrio Marino, Voluntarios Amigos del Mar y Fridays for Future) que iba a tener como cometido principal la limpieza del espigón de Huelin, pues algunos pescadores incívicos lo confunden con un contenedor para depositar sus desechos. 

La sorpresa fue toparse, a las 10 de la mañana, comienzo de la actividad, con un enorme rastro de basura en la arena, en su mayoría una ‘ola’ de toallitas de baño formada por miles de piezas. 

Ante este regalo del temporal, la prioridad cambió y mientras una minoría se dedicó a los espigones, el grueso de los voluntarios retiró las toallitas. 

Lo curioso es que, ante el despliegue de voluntarios de todas las edades, niños incluidos, algunos vecinos de Huelin acudieron curiosos a preguntar si es que a las playas del barrio había llegado una hornada de las bolitas de plástico que estos días traen de cabeza a los políticos de Galicia, Asturias y Cantabria

Un grupo de voluntarios con toallitas apiladas.

Un grupo de voluntarios con toallitas apiladas. / A.V.

Pero el emisor de la porquería no había que buscarlo en ningún contenedor perdido por un barco con bandera de Liberia. El foco de mierda, con perdón, salía de los propios vecinos, de todos esos malagueños todavía por educar que siguen confundiendo el váter con el cubo de la basura. 

Como los sistemas de depuración dan lo que dan, es muy posible que todo lo que tiremos por el retrete termine en la playa donde nos bañamos. 

Las colillas tampoco faltaron.

Las colillas tampoco faltaron. / A.V.

Por eso, junto a las toallitas lo que más abundaron el sábado fueron las colillas, cantidades ingentes que, o bien proceden de los bípedos que, aún en 2024, consideran que la playa es un cenicero o bien de quienes hacen sus necesidades en casa y luego tiran la colilla por el inodoro... y hasta buen ver. 

En la limpieza, que duró dos horas, participaron voluntarios de Finlandia, Francia y Alemania, entre otros, hasta el punto de que, como comentaba Ángeles García, de Andalimpia, la minoría éramos los malagueños. 

Los voluntarios recogieron unas 40 bolsas de basura y dos somieres, además de botellas de vidrio.

Los voluntarios recogieron unas 40 bolsas de basura y dos somieres, además de botellas de vidrio. / A.V.

Muy minoritaria fue también la presencia del Ayuntamiento de Málaga, pues durante los trabajos sólo apareció un funcionario municipal, de descanso, sorprendido porque nadie del Consistorio se hubiera percatado del desmadre para llamar a una cuadrilla de barrenderos. 

Entre el espigón de Huelin y el merendero Pedro Gutiérrez los voluntarios retiraron unas 40 bolsas de basura -la mitad aproximada para reciclar- y dos oxidados somieres.

El peligro no siempre viene del mar, también de nosotros los malagueños. 

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