Marbella es durante estas fechas el epicentro del fútbol europeo y casi mundial. En la Costa del Sol se acumulan las concentraciones de lo más granado del deporte de la pelota y el destino ha querido que dos exentrenadores malaguistas como Manuel Pellegrini y Javi Gracia se hayan visto las caras en los banquillos este martes. El destino o puede que Marbella Football Center, que es la empresa encargada de acoger y dirigir con maestría estas concentraciones.

La cuestión es que el duelo entre el Hebei chino de Manuel Pellegrini y el Rubin Kazan de Javi Gracia guardaba un atractivo mayor para el malaguismo, un partido con sabor a añejo blanquiazul y cargado de nostalgia.

El resultado, que carece de importancia para la afición blanquiazul y que se saldó por 1-3 a favor del equipo ruso, contó con varios espectadores de lujo en clave malaguista.

Y es que aprovechando el día libre de la plantilla del Málaga CF, hasta las instalaciones de Marbella se desplazaron varios componentes del plantel como el técnico Marcelo Romero o los jugadores Kameni y Weligton. También se dejaron ver a los «Pichitas» -los utileros del primer equipo malaguista- para saludar a unos y a otros, aunque de momento queda descartado que hayan aceptado la suculenta oferta del conjunto chino para firmar por ellos. E incluso se dejó ver el que fuera el delegado del primer equipo hasta hace sólo unos días, Carlos López, que también coincidió con ambos técnicos aunque con diferentes funciones.

Aunque Javi Gracia le ganó la partida en los banquillos a Manuel Pellegrini -el chileno ya perdió con el Dinamo de Kiev el pasado sábado en el Ciudad de Málaga-, ambos exentrenadores del Málaga estuvieron charlando durante varios minutos de manera amistosa. Quizás analizando el futuro y repasando el pasado del Málaga CF.

Efusivo fue el abrazo y el reencuentro entre el portero camerunés y el entrenador chileno, pese a que Kameni no gozó de la titularidad con Pellegrini -salvo cuando se lesionó Caballero-. El recuerdo sigue siendo positivo.

Un final con telón blanquiazul que también tuvo como trastienda una partida de golf en los greens de Marbella. Y es que de sobra era conocida la afición del «Ingeniero» al deporte de los 18 hoyos.