No sólo los tres puntos tienen un efecto revitalizador en el malaguismo, ya que quien más y quien menos ha echado un ojo a la clasificación, al calendario e incluso ha fantaseado haciendo cuentas con un imposible como es la permanencia. El triunfo del pasado domingo tiene muchas más consecuencias detrás y ha liberado a muchos actores del Málaga CF que tenían encima y que llevaban arrastrando desde hace jornadas e incluso meses.

El conjunto blanquiazul consiguió quitarse de un plumazo un buen puñado de losas. La del técnico, que no conocía la victoria como malaguista, la de los nuevos fichajes, la de ganar cuatro meses después o la de marcar tras mucho tiempo sin hacerlo. Son algunos ejemplos que hacen poner los contadores a cero a más de uno, aunque el lastre más importante sigue estando en la clasificación.

Pero es evidente que el triunfo contra el Villarreal fue liberador para José González. El técnico gaditano había arrastrado el peor inicio de un entrenador al frente del banquillo blanquiazul y ha tenido que ser al undécimo partido donde ha encontrado la redención. Además, fue fiel a sus ideas, las que prácticamente no ha variado en estos tres meses al frente del equipo. Fortaleció la línea de presión, creció el equipo desde la defensa y pudo encontrar el triunfo gracias al acierto de sus atacantes, en este caso de Rolan y de su mejoría. González ha dado continuidad a un once y ha encontrado recompensa.

También fue el estreno para los fichajes blanquiazul. Sólo Ignasi Miquel, que fue el primero en llegar, conocía el triunfo como malaguista, aunque no disputó el partido en Anoeta, donde el pasado 10 de diciembre el conjunto malaguista sumó por última vez tres puntos de una tacada. Es decir, casi cuatro meses sin vencer. Una racha tan negativa que lo mantiene como colista y que prácticamente le ha sacado billete para Segunda.

La anterior racha tan negativa de partidos sin ganar en la historia reciente pertenecía al Málaga de Muñiz, en Primera División en la campaña 09/10, cuando estuvo 13 jornadas sin ganar, desde la segunda hasta la decimoquinta. Ahora el Málaga ha estado 14 jornadas.

Otro de estigmas blanquiazules era el de no ganar en casa. El último partido fue hace una vuelta, concretamente hace nueve partidos. Fue ante el Deportivo de La Coruña -próximo rival liguero, aunque en Riazor-, demasiado tiempo sin vencer desde el 19 de noviembre. Sin embargo, el récord sigue estando en posesión del Málaga de Muñiz y del de Jesualdo Ferreira. Hasta diez jornadas consecutivas estuvo el conjunto blanquiazul sin ganar en La Rosaleda. También evitó igualar la peor racha de derrotas consecutivas como local, que históricamente es de cinco -se ha quedado en cuatro-.

El gol, la gran asignatura pendiente del año, también volvió a brotar el pasado domingo para detener el cronómetro de sequía en 412 minutos. El último tanto era obra de En-Nesyri, en San Mamés, hace cuatro partidos y medio. El Chory puso fin a dicha sequía, aunque en Martiricos no se celebraba un tanto desde el pasado 17 de febrero, contra el Valencia. La mayor sequía goleadora de la historia del club sigue estando en 544 minutos, a cargo del Málaga de Javi Gracia en las seis primeras jornadas de la temporada 2015/16.