Dos chispazos en menos de tres minutos en el Anxo Carro de Lugo fueron suficientes para que el Málaga CF, el nuevo conjunto blanquiazul con Muñiz a los mandos, cambie su dinámica y su tendencia perdedora que había venido arrastrando durante más de un año. Los tantos de Juankar y de N'Diaye suponen algo más que dos simples goles, son también el final de un ciclo y el principio de otro, el ocaso de la oscuridad y el alumbramiento de una nueva época. Aunque aún es pronto, comenzar ganando es un paso de gigante para un equipo que se había acostumbrado en las últimas fechas a perder. Un soplo de optimismo después de meses de pesimismo por Martiricos.

Y es que el equipo de Juan Ramón López Muñiz consiguió cambiar su tendencia y su dinámica cuando peor venían dadas. Una derrota habría supuesto echar por tierra buena parte del trabajo emocional y psicológico realizado en pretemporada. El malaguismo había afrontado con ilusión el inicio de campaña con una pretemporada amasada con buenos resultados. Pero la hora de la verdad siempre deja dudas.

Esas mismas compañeras de viaje en los días previos se hicieron notar en los primeros compases en Lugo. Nervios, imprecisiones, juego sin fluidez y diferente escala de intensidad. Pero el buen hacer de Muñiz con los cambios, la revolución sobre el césped y el acierto malaguista sirvieron para dar la vuelta al marcador y para cosechar los tres primeros puntos del curso.

Un hecho que servía para derrumbar varias estadísticas negativas que venía arrastrando el Málaga CF desde su pésimo final en la Liga Santander y que también hace tiempo que tiene como estigmas. La primera y más importante es la de volver a ganar. El Málaga no lo hacía en partido oficial desde hace cuatro meses, tras vencer a la Real Sociedad el pasado 22 de abril, sólo días después de consumar el descenso de manera oficial en el Ciudad de Valencia y cinco jornadas antes de cerrar una Liga que ya era intranscendente para el malaguismo.

No es la única barrera derribada por el Málaga CF ya que el conjunto blanquiazul no vencía lejos de La Rosaleda. Entonces también puso fin a una larga sequía de triunfos a domicilio -siete meses y medio después-.

En la parcela estadística, el Málaga también volvió a ganar en un estreno liguero cinco temporadas después. No lo hacía desde el curso 2014/15, con Javi Gracia al frente y ante el Athletic Club en La Rosaleda (1-0). Para comenzar el curso ganando con un estreno a domicilio hay que remontarse a la temporada 12/13, con Pellegrini a los mandos en el año de la Champions y con Fabrice como el autor del único gol en Vigo.

Cambio de ciclo

El cambio de ciclo no sólo se ha hecho notar en el resultado y en la parcela estadística. Y es que el nuevo Málaga prácticamente ha cambiado casi todo. En el once de Muñiz ante el Lugo sólo repitieron dos jugadores que jugaron el último partido malaguista en la Liga Santander. Adrián y Luis Hernández estuvieron ante el Getafe en la despedida de Primera y también en el Anxo Carro en la bienvenida a la Liga 123.

De hecho, en tierras gallegas jugaron siete jugadores que ya lo habían hecho con la elástica blanquiazul. El resto, o fichajes o jugadores que ha promocionado del filial. Y la revolución promete ser mucho mayor.