Pepe Mel cumplió contra la Ponferradina uno de los principales objetivos en su llegada al Málaga CF: dejar la portería a cero. La línea defensiva ha sido el gran lastre del equipo blanquiazul en los últimos años. Sin embargo, una de las grandes noticias que dejó el partido ante los de David Gallego fue que el equipo sabe sufrir y, más importante, defender con las líneas juntas. Un buen trabajo que se pudo ver perjudicado por algunos errores groseros y que fueron salvados por el propio VAR y por buenas actuaciones individuales.
Lo cierto es que los número no han acompañado a Pepe Mel en su travesía por Martiricos: 2 victorias, 5 empates y 4 derrotas en los 11 encuentros disputados en LaLiga SmartBank. No obstante, hay un detalle que merece la pena señalar para explicar por qué el Málaga CF, a pesar de esos nefastos números, permanece con vida y a solo tres puntos de la permanencia. El equipo solo ha encajado 10 goles en esos 11 encuentros, menos de 1 por partido y muchos menos de los 12 que recibió con Pablo Guede en 6 encuentros. Y es que el técnico madrileño parece haber dado con la fórmula.
Pepe Mel ha construido una muralla sobre tres pilares blanquiazules. El primero es Rubén Yáñez. El guardameta catalán llegó en el mercado de fichajes para pelearle el puesto a Manolo Reina. Sin embargo, la apuesta inicial de los dos entrenadores siempre fue el malagueño, hasta que Mel decidió dar entrada a Yáñez en Cartagonova. Desde entonces ha recibido cuatro goles en cuatro partidos con una actuación colosal como la de La Romareda y con algunas inseguridades que pudieron costarle caro al equipo. Con sus debilidades y fortalezas, parece haberse hecho con la portería.
El segundo pilar es Juande. El cordobés ha estado lastrado desde la pasada temporada con multitud de lesiones. No ha gozado de continuidad y ahora, en perfectas condiciones, se está confirmando sobre el campo como el mejor central del Málaga CF. Con todos sanos, tiene la plena confianza de Pepe Mel. La ha tenido con los entrenadores que han pasado por Martiricos en los últimos años y parece ser esencial para echar el cerrojo atrás.
La gran preocupación es que Esteban Burgos no ofrece la misma seguridad. El argentino estaba llamado a liderar la zaga blanquiazul. Un central contundente por alto, seguro al corte, imponente... las condiciones las tiene. Pero el estado de forma que está ofreciendo se aleja de cualquier pensamiento positivo. Aunque ahora mismo parece indiscutible.
N’Diaye y Escassi
Cualquiera podría pensar que Alfred N’Diaye sería la tercera pieza de este eje defensivo que ha diseñado Pepe Mel. Sin embargo, por alguna razón, los tres partidos que ha ganado el Málaga CF lo ha hecho sin el franco-senegalés -Mirandés, Lugo y Ponferradina- y eso, realmente, es un problema teniendo en cuenta que es uno de los futbolistas con más calidad de la plantilla y Top 5 en su posición en LaLiga SmartBank. Pero los resultados están ahí.
Escassi, con menos fiabilidad futbolística y con más corazón, se ha posicionado en el pivote mientras que N’Diaye está lesionado. Habría que ver si pueden compartir espacio en el campo para aportar más equilibrio, pero lo cierto es que el paleño, a veces junto a Luis Muñoz como antaño, está siendo esa tercera pieza de la fortaleza defensiva que quiere construir el técnico. No tiene la calidad de N’Diaye, ni siquiera muchas veces es fiable ya que ha cometido varios errores, pero sí que ha demostrado dar el 100% siempre que está.
Ahora será trabajo de Pepe Mel poder seguir construyendo en torno a esa fórmula en defensa para poder asegurarla y que el resto del equipo la mantenga en pie. A falta de goles, importante será dejar la portería a cero.
El reto será repetirlo contra Levante, Granada o Alavés, tres de los cuatro rivales que esperan al Málaga CF antes de cerrar la primera vuelta. A tres puntos está la permanencia. Lo más importante será llegar vivos para poder afrontar lo mejor posible el mercado de fichajes de invierno. El gran salvavidas para poder darle la vuelta a la temporada.