Crónica

El Málaga CF cierra la Copa con orgullo tras caer ante la Real Sociedad (0-1)

Un gol en propia puerta de Einar Galilea pone punto y final al paso del conjunto blanquiazul por el torneo del k.o, en el que puso al límite -con muy buenas sensaciones- al conjunto vasco para cerrar su pase a los octavos de final en La Rosaleda

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

Hay noches que quedan para el recuerdo y la de este domingo podría ser una de ellas. Se cumplió el guion esperado y el Málaga CF cayó derrotado ante la Real Sociedad, por un gol en propia de Galilea (0-1). Hay que decir adiós a la Copa del Rey en dieciseisavos de final, pero se puede hacer con mucho orgullo porque la imagen de este equipo fue espléndida y si este es el camino a seguir en la segunda mitad de temporada... ojo porque en la Costa del Sol aún hay mucho que decir.

No se dejó nada la Real en el banquillo. Absolutamente nada. Para que la gente se pueda hacer una idea, siete de los futbolistas que jugaron en Martiricos también lo hicieron ante el Inter para sellar el paso como primeros de grupo en Champions. Y ojo, porque tres rotaciones fueron obligadas por las ausencias de Kubo, Traoré y Sadiq. Así que lo puso todo sobre el campo Imanol Alguacil... ante la joven plantilla de Pellicer. 

De menos a más

No empezó el Málaga CF mal. Plantó las líneas arribas y siempre que pudo colocó a sus 10 jugadores de campo en la mitad visitante. Sin miedo al rival y jugándole de tú a tú a un Primera División. No empezó siendo más sufrido que un partido normal de Primera RFEF. Eso sí, a partir del minuto 15 comenzó a arrinconar el conjunto de Alguacil. El asedio comenzó a ser más que evidente. El equipo intentaba buscar a Roberto, pero era una isla en medio del océano vasco.

Copa del Rey | Málaga CF - Real Sociedad, en imágenes

Aarón Ochoa estrenó titularidad con el primer equipo. / Gregorio Marrero

Ya era algo más incómodo el encuentro. La tuvo primero Le Normand de cabeza. Sin embargo, fue Oyarzabal el que metió el susto en el cuerpo con un remate a bocajarro ante el que se hizo enorme Carlos López. No había tiempo ni para respirar. Ahora bien, el que de verdad hizo temblar los cimientos de La Rosaleda fue Víctor con un chut al palo que hizo vibrar a toda la ciudad. Ni él ni el '9' blanquiazul pudieron marcar, pero era un aviso muy claro de que ahí estaban. 

Fue el toque que incluso necesitaba el propio Málaga CF porque desde ahí volvió a tener el balón y a confiar en sí mismo. Con los blanquiazules mucho más crecido, la balanza empezó a tomar algo de equilibrio otra vez. Incomodó la Real con un disparo muy desviado de Zubimendi, pero no tenía nada que ver con lo vivido antes. No solo llegaron vivos los boquerones al descanso, sino que lo hicieron metiendo miedo a su rival y con el 0-0 intacto. 

Gol en contra

Pues todo lo trabajado se vino abajo con un auténtico jarro de agua fría. Se adelantó la Real después de que Galilea tocara de cabeza un centro con la mala suerte de ir hacia su propia portería (0-1). Un castigo muy severo con el que reaccionó Pellicer para dar entrada a Kevin, Dani Lorenzo y Dioni. Sin embargo, lo que necesitaba el Málaga CF era un chispazo con el que creer porque se empezaron a cometer errores individuales que no se habían visto antes. 

Primeros compases del Málaga CF - Real Sociedad en La Rosaleda.

Jokin Gabilondo, ante su exequipo. / Gregorio Marrero

Lo encontró en un córner, pero la situación requería de volver a esa continuidad de los últimos minutos de la primera mitad. ¿Atemorizaba la Real? En absoluto. ¿Sufrían los de Martiricos? Para nada. Había que ganar esas pequeñas batallas y ahora se iba a intentar también con Larrubia. Se vieron otras cosas. Los centrocampistas 'txuri-urdines' no frenaban igual a Dioni, pero a excepción de un remate muy puntual de Kevin, el peligro local se vino abajo por completo.

A 15 minutos del final, las piernas ya no eran las mismas, tampoco la cabeza a la hora de tomar decisiones. No obstante, muy poco a poco, el Málaga CF terminó por arrinconar a su rival, sobre todo en los instantes finales. Ya no era Mikel Merino el director del encuentro, sino que Manu Molina encontró su espacio para adelantar líneas.

La mala noticia es que Galilea tuvo que salvar un tanto sobre al filo de entrar. La buena es que La Rosaleda acabó de pie porque Larrubia estuvo a punto de hacerla estallar. Esa rosca con la zurda que tantas veces ha convertido y que este domingo se marchó algo lejos de la portería de Marrero. Sin embargo, poco hay por lo que sentir pena porque equipo y afición pueden sentirse muy orgullosos de lo demostrado sobre el césped.

Ceuta, próximo rival

Con el paso por la Copa del Rey ya finalizado, el Málaga CF pone toda su atención en el gran objetivo del curso. El Ceuta espera al conjunto blanquiazul para cerrar el 14 de enero la primera vuelta de Primera RFEF.