La nueva cárcel de Archidona, que comenzó a recibir a los primeros presos el pasado mes de abril, brindará la oportunidad de cumplir condena a muchos malagueños que actualmente lo hacen en otras cárceles españolas. Así lo han explicado a este diario las distintas fuentes sindicales consultadas, aunque estas han matizado que aún es pronto para conocer datos de esa demanda dado que las instalaciones del Centro Penitenciario Málaga II, diseñado para unos 1.500 internos, apenas acogen ahora a medio millar. Según los cálculos de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) en Málaga, esa demanda podría ser muy alta, puesto que su secretario de Organización, Francisco Macero, estima que alrededor de 4.000 presos tienen algún tipo de vinculación con la provincia. «De hecho es una de las razones por la que se construye la cárcel. Hay que recordar que en la prisión de Alhaurín de la Torre apenas hay presos penados porque es una cárcel para presos preventivos, es decir, que están a la espera de juicio, y esto impedía a muchísimas personas cumplir condena cerca de su casa o de su familia», explica Macero. Por su parte, el representante de Acaip añade que los presos penados dependen de Instituciones Penitenciarias: «Cuando se les clasifica en función de su perfil se solicita un centro de cumplimiento atendiendo a las necesidades o solicitud del preso. Y si hay disponibilidad se acepta», abunda Macero. Desde CCOO, por su parte, aseguran los funcionarios que no tienen acceso a las solicitudes de traslado de los presos y que los trabajadores sólo conocen el trámite cuando ya se ha ejecutado. En todo caso, desde este sindicato también consideran normal que los internos elijan el destino más cercano a sus familias.

Otra de las posibilidades que genera la nueva prisión de Archidona es el traslado de los funcionarios de otras prisiones. Desde Acaip aseguran que los movimientos son normales cada año porque «es una forma de ascender o acercarte a casa» y la creación de esta penitenciaría es una gran oportunidad tanto para los funcionarios malagueños que trabajan en otras penitenciarías, «sobre todo en Morón de la Frontera (Sevilla) y Algeciras (Cádiz)». Otra opción es para los funcionarios de la prisión de Alhaurín de la Torre que quieran «cambiar de aires» después de trabajar en unas instalaciones anticuadas y donde las condiciones de trabajo son más duras. En todo caso, Macero asegura que estas solicitudes sólo se podrán cursar durante el último trimestre del año, según Instituciones Penitenciarias.