Viernes Santo

La Paz, el Socorro y la Soledad se reencuentran el Viernes Santo

La Virgen de la Paz se volvió a ver con la Virgen del Socorro en una sentida despedida antes de su encierro - La Cofradía del Socorro realizó la vega más atractiva al subir por tres calles

Procesión de la Cofradía de la Paz. | L.O.

Procesión de la Cofradía de la Paz. | L.O. / celia paredes. antequera

Celia Paredes

La Cofradía de la Paz, el Socorro y la Soledad volvieron a coincidir en uno de los días más importantes de la Semana Santa de Antequera: el Viernes Santo. No lo hacían desde 2019, último año que los Sagrados Titulares pisaron las calles antes de la pandemia. La Cofradía de Abajo, como popularmente se le conoce a la Cofradía de la Paz, inició a las seis y media de la tarde las estaciones de penitencia de este día desde la Basílica de Santo Domingo con sus cuatro Sagrados Titulares: el Niño perdido de Jesús, Dulce Nombre de Jesús Nazareno, Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Paz Coronada que llevaba puesto su manto negro restaurado después de más de 140 años sin sacarlo en Semana Santa. La virgen también estrenó una nueva saya en lamé de plata bordado en oro y el Dulce Nombre llevó el antiguo tarimón de su trono, además de nuevas cartelas de plata. La Infantería de la Marina abrió el cortejo procesional, mientras la Banda de cornetas y tambores Flor entre Espinas fue tras el Nazareno y la Banda Municipal Amantes de la Música de Campillos tras la virgen.

Salida de la Cofradía del Socorro. | L.O.

Salida de la Cofradía del Socorro. | L.O. / celia paredes. antequera

El momento más especial y tradicional para esta corporación cofrade fue correr las vega por la Cuesta de la Paz sobre las once y media de la noche y, por consiguiente, el encierro en su templo. No sin antes esperar en la Plazuela de Santo Domingo el paso de Nuestra Señora del Socorro para llevar a cabo una sentida despedida en la citarilla, siendo uno de los momentos cumbres de la Semana de Pasión antequerana.

A pesar de que el año pasado pudieron conmemoraron sus 400 años de historia con una salida extraordinaria en octubre, la Archicofradía del Socorro tenía una espinita clavada que por fin ha podido quitarse al salir a procesionar sus tres pasos desde la Iglesia de Jesús. El Grupo de Regulares número 52 de Melilla encabezó la procesión, la Banda de cornetas y tambores Dolores Coronada de Álora fueron tras el Nazareno y la Banda de Música Villa de Otura, acompañaron a la virgen.

Aunque el itinerario de este año fue más corto por las obras de calle Estepa y más limitado por las grandes dimensiones de sus tronos que no podían pasar por cualquier sitio, el Socorro volvió a protagonizar uno de los momentos más apasionantes de la Semana de Pasión de Antequera. Con los tres pasos de La Cruz de Jerusalén, Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora del Socorro Coronada a sus hombros, los hermanacos corrieron de regreso a su templo por la Cuesta Zapateros, Cuesta Viento y Cuesta Caldereros, para encontrarse también con la Virgen de la Paz.

La Cofradía de la Soledad tomó la noche del Viernes Santo y la hizo completamente suya. Las luces se apagaron y las calles se oscurecieron a su paso, creando un ambiente mágico de penumbra que dotaron de elegancia y sobriedad el cortejo procesional del Santo Entierro y la Virgen de la Soledad. Como novedad, este año hicieron un recorrido excepcional más amplio en el que incluyeron un cuarteto vocal delante de la Urna del Santo Entierro. Así, visitaron el Convento de la Victoria para venerar a Madre Carmen y calles como Duranes, estuvieron totalmente a oscuras por primera vez, haciendo del tramo final hasta su barrio y su templo, la Iglesia del Carmen, un recorrido precioso que puso el broche de oro a la Semana Santa de Antequera.