Cenicienta se lamenta de su pobreza y se pregunta si alguna vez encontrará el amor. El príncipe, disfrazado para conocer a las muchachas que habitan la casa, invita a toda la familia a un baile en palacio. El padre acude en compañía de sus otras dos hijas y deja a Cenicienta en casa. Cuando se queda dormida un hada la despierta y, con su magia, la viste de gala y le pone en una carroza para que ella también asista al baile. Solo hay una condición, deberá volver a casa a medianoche.

Pauline Viardot fue una de las mejores y más influyentes cantantes de su tiempo, además de una de las compositoras más importantes del siglo XIX. Brahms, Saint-Saëns, Schumann y Fauré escribieron para ella. Hija del tenor, compositor y pedagogo sevillano Manuel García, era dueña de un hechizo dramático que enamoró a Turgenev y entusiasmó a Dickens. Cendrillon (La Cenicienta) es un excepcional punto de entrada en la obra de una mujer fascinante.

El Teatro Real no solo acerca la música a las nuevas generaciones, también ofrece oportunidades a jóvenes artistas a través de Ópera Estudio, una iniciativa del Real Junior, con la que acomete este título y, con él, la magia que llevamos dentro. Un viaje a través de la música, a lugares y a situaciones inimaginables.