“Poesía y música nacieron juntas en los albores de la civilización helénica, con Safo, Alceo, Anacreonte y muchos otros nombres propios tiñendo el horizonte cultural de una nueva sensibilidad centrada en el individuo y no en el Volksgeist de la tribu. La lírica pedía paso, pero sin que la nueva creación del espíritu humano supusiera en ningún momento la abolición de la épica. Se trataba, más bien, del desarrollo de un proyecto que incluía instrumentos musicales como la lira, a cuyos acordes la voz del poeta expandía por el mundo asuntos tan secundarios hasta ese instante como el amor, un sentimiento que a partir de entonces no dejaría de rondar a la poesía, ahora desprovista de héroes tribales y planteada en términos domésticos, aparentemente minúsculos, intrascendentes, efímeros, perecederos. Ese hecho fundamental no se produjo en Mesopotamia, ni en Egipto, sino en la Grecia arcaica, maestra de la vida y de la creación poética que la enriquece, le regala belleza y la consuela. Mis poemas aspiran a hermanarse con aquella poesía que no existía sin la música y con aquella música que se apoyaba en las palabras para cumplir con su destino.” Luis Alberto de Cuenca

El ciclo Metalírica explora una de las más antiguas y fecundas colaboraciones entre manifestaciones artísticas: poesía y música. Dos formas de expresión destinadas a entenderse desde sus orígenes y cuyos caminos continúan en nuestros días tan íntimamente entrelazados como lo estaban en la antigua Grecia, cuando los aedos recitaban sus versos con el acompañamiento de la lira. Tres poetas y tres compositores serán los protagonistas de unas jornadas en las que palabra recitada, la voz del rapsoda, y cantada cohabitarán en un diálogo que esperamos revelador.

Un ambicioso proyecto que aúna talento joven y artistas de reconocido prestigio, en el que los versos de los poetas desplegarán nuevas alas en composiciones creadas exprofeso, en una decidida apuesta por la creación musical contemporánea. La interpretación correrá a cargo de un selecto grupo instrumental de cámara y de voces emergentes del panorama lírico malagueño, reafirmando así el compromiso del Teatro Cervantes con los nuevos valores de la lírica local.