Madre de Dios, cómo está esta calle! No ha mucho más de dos años que finalizaron las obras de semipeatonalización de la calle Madre de Dios. Quedó muy bonita, con sus aceras casi al ras de la calzada, su carril bici y los bordillos limaditos para que los ciclistas y viandantes disfrutaran del espacio. El tramo final, cercano a la plaza Montaño, fue el último en acabarse y es ahora un lugar más paseable que la antigua y lúgubre plazuela.

Sin embargo, Madre de Dios es sitio de paso obligado para camiones de reparto, coches de residentes y vehículos varios. A saber cómo se hizo esa obra que a día de hoy no hay más de dos metros de calle sin baldosas levantadas. Prisas, presupuestos mal hechos, falta de supervisión municipal en la ejecución de la obra... Llámenlo como quieran, pero Madre de Dios se conserva en un estado lamentable tras pocos meses de haber sido remozada.

Málaga, la neociudad de las bicis, no es capaz de respetar los carriles para las dos ruedas ni siquiera en el centro histórico. Quien dice carril bici en Madre de Dios debería hablar de carril de carga y descarga. Siento pánico a pasar por una calle en la que los boquetes pueden hacer que hinque los morros un motorista despistado que no repare en los desniveles de la solería, por ejemplo, a la altura de la plaza de Jerónimo Cuervo.

En definitiva, que uno no sabe si las obras de remodelación de las calles del Centro la hacen amigos de nuestros gobernantes o, a juzgar por los resultados, son los peores enemigos de la casta política malacitana. Pero Madre de Dios es solo un exponente del maltrato al que está sometido el Centro Histórico, convertido matutinamente en zona de carga y descarga y autopista de camiones. #MálagaFunciona. A veces.