Se lo van a tomar con calma. El PP no va a abordar la confección de las listas electorales hasta mediados de noviembre. O sea, la peña popular preguntando «qué hay de lo mío» durante más de un mes. Dolores López, la secretaria general de los populares andaluces dijo ayer con desgana de mal baloncestista en el último cuarto, y porque le preguntaban los periodistas, que efectivamente no hay prisa ¿Es más fácil decir con calma que se tiene prisa o decir deprisa que hay que mantener la calma?

Su jefe, Juanma Moreno Bonilla, presidente del PP andaluz, fue algo más explícitamente enigmático el lunes: en las candidaturas habrá «experiencia y juventud» y las listas se harán con «generosidad y decisión»... Total, las va a hacer Rajoy, así que lo mismo podría haber dicho que se confeccionarán con jamón york y filatelia o con altramuces y paciencia. El otro día, Elías Bendodo en la Ser dijo algo así como que lo importante en la política más que llegar o mantenerse es saber irse. Nunca va a reconocer que se refería a Celia Villalobos, si bien, no es descartable que se refiriera a Francisco de la Torre, que es el nombre al que la imaginación del malicioso oyente lleva al oír tal frase. En el PP por decirlo antes de que se nos acabe el artículo hay un nerviosismo espectacular por el ascenso de Ciudadanos, que a su vez propicia un miedo a no pillar Gobierno o escaño o lugar al sol. La vieja guardia se resiste. Pero claro, donde se ha visto que una vieja guardia no se resista. Si no se hubiera resistido no hubiera llegado a vieja. Las guardias jóvenes lo son hasta que han taponado dos generaciones (o tres) y entonces se convierten en viejas. Luego tienen broncas con sus conductores. No pocos dirigentes (¿de la vieja guardia o más bien de los Marotos?) tratan de convencer al presidente del Gobierno de que retire a un buen puñado de veteranos que, curiosamente, parecen ya haber pedido continuar. Circula la maldad de que Rajoy ha explicitado que, en Andalucía, su único compromiso es con Teófila Martínez. Se ve que la quiere recoger en la Carrera de San Jerónimo después de que perdiera la alcaldía a manos de Kichi/Podemos. Se ve también que inaugurar juntos un puente tiende muchos ídems. En el PP malagueño no pocos maquinan/sueñan con descabalgar a Villalobos, que tiene tirón y votos y arrestos para una campaña dura, pero ciertamente una carrera ya más larga que tres tardes de julio. El calendario aprieta a todos menos a Rajoy, que a su vez es apretado por Aznar, que ahora quiere ser guardia nueva.