Málaga son sus proyectos, y uno que ya hace tiempo que se eternizó es el del metro. Esta semana, la Junta de Andalucía presentaba el resultado de una encuesta sobre su propuesta de recorrido en superficie hasta el Hospital Civil, incluida dentro de una campaña informativa entre los vecinos que se verán afectados o beneficiados ­-elija usted el término que más se adapte a su postura sobre el trazado en cuestión- por el mismo. Decían que sí ante cámaras y micrófonos, pero muy contentos no deben estar los señores del Gobierno andaluz con cómo les ha salido la campaña, cuando el jueves se conocía que casi la mitad de los encuestados, residentes en la zona de Eugenio Gross y Blas de Lezo, afirmaban desconocer que el metro iba a llegar a su barrio en superficie en vez de soterrado. El informe es una lista curiosa de números y porcentajes de los que uno extrae la siguiente pregunta: ¿Tan poco le importa al vecino por dónde va a pasar el metro? Aún a pesar del intenso coñazo informativo de los medios de comunicación, con La Opinión incluida; con dos plataformas vecinales opuestas al trazado propuesto; y con varios llamamientos asociativos y vecinales en otras zonas de la ciudad por las molestias que genera el metro, ¿en serio menos de la mitad del distrito de Bailén-Miraflores se ha preocupado siquiera de conocer qué es lo que se va a hacer? Le lleva a uno a pensar, a extrapolar mentalmente esta actitud al próximo mes de noviembre cuando, después de un mesecito de campaña por parte de PP, PSOE y Ciudadanos, los malagueños tengan que votar por el diseño del futuro parque urbano en los antiguos terrenos de Repsol. Sólo los malagueños. Y es que paradójicamente yo, que estoy loco por votar por un pulmón verde en Málaga donde esparcirme corriendo, no podré votar, pues la consulta sólo es para empadronados mayores de 16 años. Se descarta la opinión, también, de una numerosa comunidad universitaria residente en la ciudad y sí se cuenta con la de un sector de la juventud que ni siquiera ha podido elegir a quien ha propuesto dicha consulta... Hay formas y formas de preguntar. Sólo esperemos que vaya quien vaya a participar en este sondeo ciudadano no llegue a su junta de distrito preguntando «¿Aquí que es lo que dan, niña?»