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El Palique

Jose María de Loma

Redactor jefe

Mercado en Marbella

Sobran aspirantes a dirigir una Concejalía de Personal. Pero para la de Transparencia no valdría ni uno

Marbella tuvo una cita crucial, de las que pueden cambiar la historia de un municipio, el lunes por la noche. Un puñado de hombres y mujeres militantes de OSP, partido independiente e independentista de San Pedro Alcántara, celebraron con gran secreto y secretismo (están para que les den una concejalía de transparencia) una tenida en la que habían de decidir si aceptaban la oferta del PP para embarcarse con ellos en una moción de censura y reponer en la alcaldía a Ángeles Muñoz, o bien continuaban apoyando el Gobierno del socialista José Bernal. La OSP logró que el alcalde y un destacado representante del PP acudieran a su reunión a ofrecer, a hacer ofertas, a decir a cuanta gente más se podía colocar en el Ayuntamiento. Humillante. Para el PP y para el PSOE.

En los meses previos, el PP se ha encargado de irse reuniendo con dirigentes y militantes destacados de OSP para ofrecer muchas cosas. Muchas. OSP se ha partido entre partidarios de la moción y contrarios. Aunque es una partición temporal, nada atrae más militantes, amigos, simpatizantes, colegas y pelotas o fraternos del alma que un partido con poder. Con poder de colocar gente. Bernal estuvo firme y hubo un momento en el que se plantó. No viene mal llevarse a estos exámenes la dignidad, sacarla e incluso poner sobre la mesa los atributos de la gallardía. Lo mínimo que se merece Marbella es que los jefes de todos los partidos con representación municipal, pero muy especialmente los de Opción Sampedreña, den hasta el más mínimo detalle de en qué ha consistido el acuerdo. La OSP tiene un poder de arbitrio con el que está legitimada a negociar y sacar tajada, el PP está legitimadísimo para hacer una moción de censura porque aunque no haya motivo es un instrumento legal que forma parte de las reglas. El PSOE está más que legitimado a hacer concesiones para mantener el Gobierno (salvando las distancias, como Rajoy las hace con el PNV, por ejemplo). Pero de esa suma de legitimidades sale paradójicamente, por cómo se han comportado, sobre todo OSP, un resultado que es un hedor a componendas, tratos, trapacerías y humo donde uno busca y no ve muy claro, se ubicará al fondo, donde está el interés de Marbella. Sin tanto circo se podría haber conseguido más autonomía para San Pedro, una causa noble y digna de simpatía. Incluso más directores generales, que aunque a veces estorben suelen ser gente así como simpaticota, que te dan los buenos días si eso.

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