Empiezo a sentir que todo va a ir bien. Lo canta Sethler en uno de los temas de su disco Negociación. González de Lara lo contó en su intervención en el foro Nueva Economía anteayer, en el hotel Miramar de Málaga. La canción cuenta que todo el mundo se ha echado a bailar a la calle; que ya está bien de canciones tan tristes; que ya está bien de autocompadecerse; que todo va ir bien...

González de Lara, el presidente de los empresarios de Andalucía, contó de la relación entre la empresa y la sociedad. Vino a recordar que los empresarios no son los malos. Que el beneficio empresarial no sólo es legítimo, sino necesario. Que también para ellos el empleo debe ser la prioridad y que el principal activo de una empresa son sus trabajadores «porque una empresa es un equipo humano con valores». Hizo pedagogía. No sólo para quienes les siguen viendo con el puro en la boca y la mirada opulenta, explotadora y fascista; también la hizo para quienes tras la etiqueta de empresarios no son más que ´piratas´. Estos son los puntos que quiso dejar claros al respecto:

1. La empresa debe ser rentable para subsistir y asumir sus responsabilidades.

2. La empresa debe obedecer la ley.

3. Debe mantener un comportamiento ético.

4. Debe devolver a la sociedad parte de lo que de ella recibe.

Pero a la hora de exigir recordó que en Andalucía hay todavía 60 empresas por cada mil habitantes, pese a que la media española está en 70 (si bien es verdad que en Málaga hay 72) Y volvió a insistir en que les cuesta respirar entre tanta maraña normativa. «El árbol de las leyes ha de podarse permanentemente» advirtió con palabras de Anatole France, escritor francés que se llevó el Nóbel en 1921 (me encanta el título de una de sus novelas, Los dioses tienen sed, y recomiendo vivamente La isla de los pingüinos).

La queja tenía su veneno: «Se legisla pensando en el empresario que defrauda, no para el que cumple; se inspecciona al que está dado de alta no al que se oculta, y la nueva plataforma telemática mediante la cual hay que licitar las contrataciones públicas es ininteligible». También lanzó el dardo del agravio comparativo que supone el nivel de apalancamiento del sector privado, reducido en unos 500.000 millones de euros, mientras que el del sector público aumenta en unos 800.000. Todo ello aquí duele el doble. La comparativa de Andalucía con Portugal (con el amarillismo independentista de fondo) tuvo su aquel. Al fin y al cabo, Andalucía es más país que 17 países europeos. Si Portugal tiene unos 92 mil Km2, Andalucía tiene 88 mil. Y si el mapa luso lo habitan unos 10 millones de criaturas, el andaluz lo habitan ya cerca de 9.

El solvente y conciliador pintor de marinas, reelegido recientemente y por aclamación presidente de la CEA, tras ensalzar públicamente la labor al frente de la Diputación de su presentador, Elías Bendodo, también tuvo que enfrentarse a los marrones que tocan. Por ejemplo, a la lógica pregunta de por qué si la crisis se ha superado hay tanta pobreza laboral, y a la de la actual movilización sindical por el convenio en el turismo y la hostelería. Su conocido buen talante dejó apreciaciones como la de que los empresarios deben soportar con normalidad «esas visitas sindicales a nuestras sedes», o que hay cabezas bien amuebladas en ambos lados de la negociación. Que todo va a ir bien, vamos... «Ha llegado el sol a mi almohada», dice la canción de Sethler.