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Fichaje en corto

Fran Extremera

Más frío que en Los Pajaritos

Hoy es día de estrenos en La Rosaleda. El Málaga CF tendrá que reacomodarse por primera vez a la baja de Jack Harper, titular en todos y cada uno de los encuentros ligueros y autor de dos dianas que supusieron sendas victorias, frente a Almería y Rayo Majadahonda. Saltará al césped con la presión de poderse ver por primera vez fuera de los puestos de ascenso directo, en caso de no puntuar. E inaugurará este repentino invierno polar frente al rival mejor acomodado a estas temperaturas.

Porque esta noche en Martiricos hará más frío que en Los Pajaritos. No lo duden. Lo podría certificar el propio técnico blanquiazul, Juan Ramón López Muñiz, que como jugador militó tres temporadas en las filas del rival de hoy, el Numancia. Para el instante en el que comience a rodar el balón ya habrán transcurrido unas dos horas y media desde la puesta de sol. El pronóstico apunta a poco más de diez grados, pero súmenle ese 60% de humedad que junto al río Guadalmedina cala hasta los huesos e incluso más allá.

Que sí, que en Soria estarán por entonces a uno o dos grados sobre cero, que la llovizna prevista en la barriada que da nombre a Los Pajaritos a esa misma hora será nieve. Pero allí están más preparados. ¿O no? El estadio numantino se convirtió hace casi tres años en el segundo recinto en España, después del Santiago Bernabéu, en disponer de un sistema de calefacción de los llamados de última generación.

Además, aquí en la Costa del Sol somos muy dados a desafiar esas leyes de la termodinámica que dictan lo de coger abrigo cuando baja el mercurio en el termómetro. Que luego pasa lo que pasa y toca poner remedio con propóleo y equinácea. En nuestra defensa tenemos esto de que, en cuestión de días, hemos pasado del veranillo de San Miguel más tardío que se recuerda a ver la nieve en las vegas antequeranas. Ni la debastadora y trágica gota fría intermedia, todavía no declarada (incomprensiblemente) como catastrófica, propició lo de sacar de nuestros armarios la ropa invernal.

Muñiz advertía ayer de que el cuadro dirigido por otro López como él, de nombre Aritz y de segundo apellido Garai, será un «duro rival». La afición malaguista bien lo sabe, porque ni siquiera ha transcurrido un año desde que la defensa numantina dejara fuera de los octavos de final al equipo que en aquel momento (mal)guiaba Míchel. A los sorianos, de hecho, les va esto de aguarle las fiestas al Málaga CF cuando llega noviembre. Si hace 11 meses certificaron un nuevo fiasco copero para los blanquiazules, en el último antecedente en Segunda División, el 4 de noviembre de 2007, los visitantes se embolsaron los tres puntos con un solitario gol del venezolano Julio Álvarez.

Aquel día también tenía a Muñiz como inquilino del banquillo local de La Rosaleda. Los visitantes empezarían en aquella jornada a labrarse su camino hacia Primera, como campeón de la categoría, ante un conjunto malaguista que sellaría también su efímero paso por la Liga de plata tras finalizar en la segunda posición de la tabla. Poner el retrovisor y observar lo que fuimos antes la llegada de Abdullah Bin Nasser Al Thani nos permite rememorar aquellas tardes de gloria que depararon artífices del último ascenso como Antonio Hidalgo, Weligton, Baha, Eliseu, Salva Ballesta, Calleja, Apoño, Carpintero, Sandro o el meta Goitia.

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