Nada más aterrizar en Málaga el exentrenador blanquiazul José González, al frente de la expedición del Wuhan Zall que ahora se encarga de adiestrar, se apresuró a indicar que sus jugadores llevaban semanas fuera de la ciudad desde donde se propagó el tan temido coronavirus. Y aunque el conjunto ruso de Krasnodar, que también anda de concentración invernal por Marbella, ya había cancelado para entonces el amistoso que tenían programado para dentro de pocos días, el gaditano defendió rotundo a sus futbolistas: «No son virus andantes».

El mensaje en medio de la polvareda que han desatado tanto la crisis vírica mundial como el Brexit no debió llegar a Gibraltar, a pesar de que la distancia es bastante corta. O quizás sí que lo hizo. Porque hasta última hora de la tarde de ayer estaba programado para hoy un amistoso entre el Europa Point FC de la Liga gibraltareña y el «Coronavirus FC», que las «autoridades llanitas» considerarían que debiera ser su auténtico nombre. Las instalaciones de Atalaya Golf & Country Club en Estepona iban a albergar este choque a las cuatro de la tarde, hasta que la escuadra británica lo anulaba anoche, unilateralmente, mediante un tuit.

«A petición de la Federación Gibraltareña de Fútbol y nuestra Liga, el Europa Point no jugará el amistoso contra el equipo chino», sentenciaba el club. Imaginamos justo a esa hora un panel gigante en las dependencias balompédicas, al otro lado de la valla, con un marcador en directo donde se reflejaban las más de 300 muertes en China y la registrada en Filipinas, los casi 15.000 casos tierras chinas y la veintena que ya acumulan siete países de la Unión Europea. E imaginamos que los sabios dirigentes del fútbol gibraltareño optaron por hacerle tan poco amistoso Brexit al pobre Wuhan Zall.

A estas alturas y, visto lo visto, resuenan aún con más fuerza las palabras de González. ¡Claro que no son virus con piernas! La plantilla al completo, hasta 27 jugadores, y el resto de la expedición, otras 20 personas, no presentan sintomatología alguna vinculada al coronavirus y son controladas en su concentración en Sotogrande por las autoridades sanitarias andaluzas. Además, desde el 2 de enero, mucho antes de que se declarase el primer brote en su ciudad, están fuera de Wuhan. Primero se concentraron a más de mil kilómetros, en Guangzhou, y como el pasado año se desplazaron en plena celebración del Año Chino hasta tierras gaditanas.

Son argumentos de peso. Pero no resultan convincentes para todos por igual. Hace unos días recibía la histórica Balompédica Linense una petición del propio club chino para reemplazar al Krasnodar en ese amistoso anulado. Confiemos en que los campogibraltareños no sólo confirmen esa cita, sino que den una lección de humanidad a sus vecinos.

E incluso hago extensivo el llamamiento a clubes de la Costa del Sol, al Marbella FC, que precisamente atraviesa su mejor racha en décadas desde que, hace un año, tomase sus riendas un dirigente chino; o a un Málaga CF tan necesitado de nuevos estímulos en esta agónica temporada. Porque tal vez mañana los virus seamos nosotros mismos.