Síguenos en redes sociales:

Memorias en blanco y negro

José Antonio Ariza

Abdallah Ben Barek, el vuelo de ‘Pajarito’

Abdallah Ben Barek, el vuelo de ‘Pajarito’

Casi tan longevo como la propia historia del C.D. Málaga y más aún que la del propio Málaga C.F., ‘Pajarito’ sigue sobrevolando imponentemente sobre su querida Costa del Sol con la misma alegría y energía con la que allá por 1958 llegaría a nuestra tierra.

Ben Barek nació el 2 de febrero de 1937 en Rabat (Marruecos). A pesar de que no gozaba de sangre real, sus primeros 10 años de vida los pasaría rodeado de grandes lujos y riquezas –su padre era chofer del rey Mohamed V– aunque muy lejos de su alcance, hecho que ciertamente no le importaba al pequeño Abdallah. Para él, el mayor tesoro posible, era el de poseer un balón con el que junto al príncipe Hassan II pasar largas horas jugando hasta la extenuación dentro de los jardines de palacio.

Su carrera como futbolista se inició en el Stade Marocain de Rabat cuando apenas había rebasado los 10 años. Poco después recibiría una oferta del Saint-Étienne francés sin haber cumplido tan siquiera la mayoría de edad, pero su padre se opondría a perderle tan prematuramente del seno familiar. Más adelante y tras un derbi local entre el Marocain y el Fath Unión Sport en el que destacaría por encima del resto de jugadores, unos ojeadores del Granada lo pondrían rumbo hacia la ciudad de la Alhambra. No fue fácil convencer a su padre, pero finalmente accedió. Aquello sucedió en 1957 y en el primer balón que tocó de rojiblanco lograría anotar un gol, circunstancia que le valdría para conseguir de inmediato un contrato de 60.000 pesetas y 3.000 de sueldo al mes, además de llevarse el labio literalmente partido por su exceso de ímpetu aquel día.

La gran actuación cuajada en el derbi andaluz de 2ª División de aquella misma temporada en la que el Málaga saldría como vencedor en Los Cármenes, sirvió para que el presidente malacitano Julio Parres se hiciese con sus servicios cuando todo apuntaba a que se vestiría de pimentonero. Desde esos mismos momentos y durante toda una década, viviría su particular idilio con el club de Martiricos, a pesar de que la historia no comenzase de la mejor manera posible debido al descenso a tercera división. Aquello realmente fue para tomar impulso ya que en apenas dos años se plantaría en primera división donde despuntaría en la posición de extremo derecho.

Su progresión le llevó a ser convocado hasta en 8 ocasiones con la selección absoluta de Marruecos

Su progresión le llevó a ser convocado hasta en 8 ocasiones con la selección absoluta de Marruecos, viviendo su momento más álgido en aquella eliminatoria para la clasificación del Mundial de Chile que le enfrentaría a finales de 1961 a la España de Di Stéfano, Puskás y Gento.

En 1968, tras tres temporadas en Primera División, seis en Segunda División y una en Tercera con el C.D. Málaga, Ben Barek decidió colgar las botas dejando atrás una de las páginas más bellas dentro de la historia del club. Para el recuerdo quedaron tantas y tantas tardes de gloria que ofreció a los aficionados boquerones, a los que siempre le unió una estrecha relación hasta inclusive en nuestros días en los que habitualmente se le suele ver departir a diario con ellos rememorando aquellas viejas tardes de fútbol en La Rosaleda.

Ben Barek continuó vinculado al mundo del fútbol como entrenador, comenzando su andadura en el Atlético Malagueño

Tras su retirada Ben Barek continuó vinculado al mundo del fútbol como entrenador, comenzando su andadura en el Atlético Malagueño y de ahí a un sinfín de equipos que se enriquecieron con su sabiduría hasta llegar de nuevo a la selección marroquí, en esta ocasión, como director técnico. Esta nueva experiencia le llevó hasta el Mundial de México 1986, donde Marruecos consiguió convertirse en el primer país africano en conseguir acceder a la segunda ronda de una fase final. Hassan II –ya convertido en Rey– compañero de juegos en la infancia, volvía a recibirle, pero en esta ocasión, la reverencia la recibiría él.

Tras una etapa fructífera con la Federación de Fútbol de Marruecos, Ben Barek regresó nuevamente a Málaga para incorporarse, definitivamente y para toda la vida, como parte esencial del organigrama del club, siendo el consejero donde todos acuden debido a su gran y dilatada experiencia, además de ser el principal enlace con todas las categorías inferiores. ‘Pajarito’ sigue alzándose por cada rincón de la ciudad en busca de los futuros talentos que devuelvan al conjunto blanquiazul a la elite del fútbol español, de donde jamás debió salir. Feliz 84º cumpleaños, ¡Maestro!

Pulsa para ver más contenido para ti