Opinión | Palique

El cuento de La Trinidad

Ojalá esta promesa (llueven, llueven promesas) sea la definitiva

El presidente Moreno visitaba el convento de la Trinidad de Málaga esta semana.

El presidente Moreno visitaba el convento de la Trinidad de Málaga esta semana. / Álex Zea

Elecciones no habrá, pero de campaña vamos servidos. No hay día sin acto, inauguración o promesa en Andalucía. La orden en el PP es no parar. Se avecinan inauguraciones de semáforos y bolardos y presentaciones de maquetas. Claro que mantener el ritmo les va a resultar difícil. El rosario de actos electoralistas, con forma institucional al que hemos asistido estaba programado así por el hecho de que votaríamos en primavera o finales de junio. Pero el aleteo ocurrido en Valladolid, Soria, León, etc., el gatillazo de Mañueco, ha influido sobremanera. Y tanto. Votaremos como muy pronto en otoño. Toca echarle imaginación. O repetir promesas.

Y a las muchas promesicas de los últimos tiempos en Málaga (metro, hospital, Agencia Digital, Guadalmedina, eje litoral...) se suma una nueva, reformulada: inaugurar en 2026 un centro cultural en el Convento de la Trinidad, que como todo el mundo sabe se amojona, está abandonado, es una vergüenza y ha sido objeto de muchas mentiras, camelos y promesas. La más sonada, aquella del PSOE de convertirlo en El parque de los cuentos, una chorrada de dimensiones épicas, un cuento en sí mismo, sí. También se dijo que sería residencia de creadores o que albergaría la Biblioteca Provincial y bastantes cosas más. Creadores de fantasías.

No hay ningún motivo para creer esta nuevo proyecto, aunque sí deseamos fervientemente que sea una realidad. Largo nos lo fían. Solo seiscientos mil euros de momento. Para adjudicar un proyecto que será redactado por lo menos durante un año. Y luego échale hilo a la cometa y añádele elecciones y Presupuestos y cambios de parecer. Y todo difuso, que si oficinas, que si actividades, que si actos culturales. Que si 2026. Algunos inmuebles, obras, solares, etc. deberían tener tasadas un número de promesas que estuviera prohibido rebasar. Por ejemplo, sobre el tercer hospital se pueden hacer doscientas treinta y cuatro, a las doscientos treinta y cinco, multa. Un poner. Un cuento.

La promesa hecha por Moreno esta semana sobre el convento trinitario ya la hicieron con gran despliegue a mediados del año pasado y entonces sí reconocieron lo que el otro día no se dijo: las obras y la rehabilitación, el proyecto, depende de fondos europeos en un 80 por ciento. Que vete a saber si han llegado.

Tendremos antes de las elecciones otra rueda de prensa en el inmueble. Las columnitas y el patio, bien escogido el ángulo, dan bien en la tele.