TRIBUNA

¿Cuánto vale una vida?

En 2022 Málaga registró un total de 30 accidentes laborales mortales, muchos traumáticos, otros in itínere que no se investigan y muchos infartos o derrames cerebrales causados por el estrés, el cansancio, las jornadas eternas o los golpes de calor

Los sindicatos denuncian el incremento de las muertes por accidente laboral en Málaga

Pablo Rosales

Lola Segado

Me han pedido un artículo de opinión. Palabras mayores. Lo considero de personas inteligentes, cultas, implicadas en lo que hacen, con conocimiento de lo que escriben. Me ha impuesto mucho respeto. No soy de las personas que hablo sin saber. No me gusta vender humo y no concibo la falsedad. Llevo once años como secretaria del Comité de Empresa en un hospital privado de Málaga, de ellos, además siete años como delegada de Prevención de Riesgos Laborales en este centro hospitalario y estos dos últimos años estoy al frente de la Secretaría de Salud Laboral de CCOO de Málaga.

Resulta que he podido comprobar desde las trincheras lo que es la prevención en las empresas, primero en el sector sanitario y después en el resto de sectores productivos. Lo que es que fallezcan personas cada tres días en un accidente laboral. Y lo sé porque soy la segunda persona en tener conocimiento de ello en Málaga. Mi posición en esta Secretaría consiste, en una parte, en que la Junta de Andalucía ponga en nuestro conocimiento esta desgracia. Nos llama y nos describe como parece ser que han sucedido los hechos.

Suena ese teléfono y a mí se me pone la piel de gallina porque es para lo que es. Oigo con toda la atención que mis nervios y bloqueos me permiten, por lo difícil que es todo, la descripción de las situaciones: se ha caído desde cinco metros, parece que no tenía arnés (¿se lo han facilitado?, ¿ha comprobado la empresa que se lo pone?), se ha producido de nuevo una caída desde una cubierta porque la claraboya estaba sucia, no tenía línea de vida (¿se la ha facilitado la empresa?, ¿no se la ha puesto?). Una hormigonera, con su brazo, ha dado un golpe al trabajador (¿estaba bien situada la máquina?, ¿había evaluación del riesgo?). Y así puedo contar las más de 20 llamadas que he recibido en estos dos años.

En 2022 Málaga registró un total de 30 accidentes laborales mortales, muchos traumáticos del tipo que acabo de contar, otros in itínere que no se investigan (los que se producen en la ida y/o vuelta al centro de trabajo), y muchos infartos o derrames cerebrales, que de momento, aunque son considerados de trabajo porque ocurren en jornada, tampoco lo relacionan con causas laborales como pueda ser el estrés, el cansancio, las jornadas eternas o los golpes de calor.

Tras el fallecimiento de estos trabajadores y trabajadoras, las familias quedan desamparadas y desprotegidas. Primero, porque los accidentes suelen ocurrir en pequeñas y medianas empresas, autónomos muchas veces, que tienen a su cargo algún que otro trabajador. Lo que viene siendo un albañil, fontanero, gruista…de toda la vida, que se busca la vida. O están subcontratados precariamente en empresas gigantes, donde trabajan a destajo, con largas jornadas, de prisa y con la coordinación nula de la actividad preventiva.

Y continuando con las familias, después del fallecimiento, se encuentran con que nadie les atiende, nadie les cuenta lo sucedido, tienen que recurrir a gabinetes jurídicos y a largos procesos que tienen una duración de más de cinco años, y mientras llega la resolución, tienen la mala costumbre de comer. Muchas familias pierden a la persona que sustenta mayoritariamente a la familia. Muchos hijos e hijas tienen que dejar los estudios porque tienen que trabajar para aportar a la familia. Mucha gente no puede pagar la hipoteca, y lo que es peor, un hijo o hija pierde a su padre (casi la totalidad de muerte en el trabajo se produce en hombres). La burocracia es brutal por la falta de un juzgado que se dedique exclusivamente a los accidentes laborales.

Hoy, 28 de Abril, Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, quiero recordar a todas las personas que estén leyendo este artículo que si en una empresa no existe representación sindical, no tenemos un delegado o delegada de prevención, no estamos al tanto de si se cumplen o no las medidas de seguridad. Estas personas son claves para avisar a la Inspección de Trabajo por falta de medidas preventivas, o incluso pueden paralizar la actividad en caso de riesgo.

Cuando no contamos con representación sindical, nuestra acción es nula en las empresas donde se hayan producido accidentes laborales, ya que la ley de Protección de Datos no nos habilita a recibir información oficial de los mismos. La inversión en prevención de riesgos laborales es clave para erradicar esta lacra. Porque, ¿cuánto vale una vida?

Secretaria de Salud Laboral de CCOO de Málaga

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