Cartas de los lectores

Mar Sánchez Ramos

Ferias

El impacto social que tienen los incidentes acaecidos en las ferias, especialmente en los meses centrales del año por ser ahí precisamente donde se concentran la mayoría de las fiestas populares de nuestro país, es enorme.   De ahí que los propietarios de los recintos feriales, que tanta alegría provocan con sus numerosas y costosas atracciones en grandes y pequeños, salgan de vez en cuando a la palestra para reivindicar su máxima seguridad así como recordar de paso a la ciudadanía sus severos y estrictos controles/revisiones -eso sí- a pesar de algún susto que otro que pueda haber, lamentablemente.   Añaden dichos profesionales también que cualquier tipo de percance por leve que pueda resultar, al concentrarse una inmensa mayoría de público menor -por regla general- tiene una mayor resonancia, cuando este sector terciario de nuestra economía está demostrado fehacientemente que presenta aún más seguridad que el propio sector aéreo.   Y es que, por encima de ellos existen los técnicos municipales e inspectores de los ayuntamientos, que son los que -al menos en teoría- tienen que decidir sobre si se hallan en las debidas condiciones y ¡ojo! si son verdaderamente aptos para su apertura y normal funcionamiento. Aviso a navegantes.