La vida moderna merma

Despedida a la indecencia, por fin

La noticia de esta ordenanza tiene un trasfondo extraordinariamente lamentable pues ¿quién podría haber imaginado que algún día necesitaríamos una regulación oficial para mantener nuestras calles libres de ropa interior y accesorios con forma de genitales?

El Ayuntamiento pone coto a las despedidas de soltero.

El Ayuntamiento pone coto a las despedidas de soltero. / La Opinión

Gonzalo León

Gonzalo León

En una ciudad conocida por su ambiente festivo, sus playas doradas y su clima soleado, las despedidas de soltero, soltera y soltere han sido durante mucho tiempo una tradición desagradablemente instaurada. Pero, como todos sabemos, las cosas pueden irse de madre y, a veces, estas celebraciones pueden volverse un poco erráticas. Sin embargo, el Ayuntamiento de Málaga ha llegado al rescate con su brillante y altamente necesario plan: la Ordenanza Anti-Despedidas de Soltero. Una oda a poner coto a la locura desenfrenada y restaurar el decoro -si fuera así posible- en las calles de Málaga.

La noticia de esta ordenanza tiene un trasfondo extraordinariamente lamentable pues ¿quién podría haber imaginado que algún día necesitaríamos una regulación oficial para mantener nuestras calles libres de ropa interior y accesorios con forma de genitales? Pero aquí estamos, en septiembre del veintitrés del milenio dos después de Cristo. Y lo peor de todo es que la medida es más que necesaria.

La ordenanza prohíbe, salvo autorización -que sería interesante saber en qué situación te pueden permitir ir semidesnudo y con una cosita en tu cabeza a modo de diadema-, transitar o permanecer en la vía o espacios públicos sin ropa o únicamente en ropa interior. Lo siento, amigos, parece que ese desafío a la moda de caminar en cucos ha llegado a su fin. -Otrosí digo, que a mucha gente no le hace falta ir en ropa interior para parecer que van desnudos-. Aunque es difícil imaginar por qué alguien querría hacer tales cosas; esta moda se ha apoderado de grandes capitales españolas para el tormento de todos los que lo deben padecer. Ahora, en lugar de ser una vista común en las calles, los malagueños deberán guardar sus conjuntos de ropa interior para la privacidad de sus hogares.

Pero eso no es todo. La ordenanza también prohíbe llevar ropa o complementos que representen los genitales humanos. Sí. Parece que los «genitales de broma» que alguna vez fueron tan populares entre los grupos de despedida de soltero y soltera están oficialmente fuera de límites en Málaga. Adiós a los mandados inflables y a las partes íntimas de goma. En su lugar, la ciudad espera que optemos por llevar atuendos más respetuosos, o al menos anatómicamente menos precisos.

Y para aquellos que pensaron que podrían escapar de la regulación usando muñecos o elementos de carácter sexual, piensen otra cosa pues la ordenanza también prohíbe esta práctica. Así que, adiós a las muñecas inflables y a todos los otros juguetes traviesos que podrían haber adornado las calles de Málaga durante su supuesto plan exitoso en una despedida de soltero.

Parecerá una tontería, pero esta medida es una victoria de la higiene pública frente a la descortesía, el chavacanismo y el merdellonerío.

Desde el Ayuntamiento de Málaga, argumentan que esta ordenanza es necesaria para «preservar el espacio público como un lugar de encuentro, convivencia y civismo». ¡Y vaya que lo están logrando! Imagínense caminar por las calles de Málaga y encontrarse con personas vestidas de manera respetuosa y decorosa. Seguirán en pantalón corto y chanclas. Pero bueno… lo importante es abrir la veda. Ya llegará eso más adelante.

Pero, ¿qué pasa si alguien decide desafiar esta ordenanza? Bueno, los agentes de la autoridad tienen un plan para eso. Primero, informarán a la persona involucrada sobre la prohibición, como una especie de «aviso por enseñar el culo e indicaciones para que se comporte». Solo si la persona persiste en su atuendo inapropiado se procederá a la formulación de la denuncia pertinente. En otras palabras, hay margen para corregir el rumbo antes de que te enfrentes a una multa.

En última instancia, la Ordenanza Anti-Despedidas de Soltero de Málaga es una medida que algunos podrían considerar cómica, pero que, en realidad, tiene un propósito noble. Es un intento de devolverle a la ciudad su dignidad y decoro, al tiempo que se fomenta un ambiente de respeto en el espacio público. Además, ¿quién no puede apreciar el fino humor que atesora una regulación que prohíbe los genitales de goma y las muñecas inflables en las calles?

En un mundo lleno de problemas graves, es refrescante ver que el Ayuntamiento de Málaga tiene cintura para echarse a las espaldas asuntos de este tipo que, aunque pudieran parecer menores, acaban marcando en el día a día de nuestra tierra. Y es bueno protegerla. Dejarla respirar. Y no consentir que venga aquí como si esto fuera lo que no es – o al menos lo que no queremos que sea-.

Así que, malagueños y visitantes por igual, la próxima vez que decidan celebrar una despedida de soltero o soltera en las hermosas calles de esta ciudad, recuerden vestirse apropiadamente y mantener el espíritu de la ordenanza en mente. Y de paso, a ver si nos vamos dando cuenta que ese concepto de despedida de soltero o soltera es un asunto super antiguo, descontextualizado y fuera por completo de la onda del futuro. Celebra lo que sea. Juntos o separados. Pero pocas cosas hay más pueblerinas que ver una despedida de soltero uniformada y dándolo supuestamente todo mientras deambulan por las dignísimas calles de tu ciudad.

A ver si despiden a la indecencia y dejan a los solteros en paz. Que bastante tienen con lo suyo.

Viva Málaga.