EL MALECÓN

Ancelotti y los gatos de Mourinho

Soluciones Ancelotti. Nada que ver con aquel Mourinho que dio el cante porque no podía cazar con “gatos” como Benzema

Carlo Ancelotti.

Carlo Ancelotti. / EFE

José Sámano

Jamás se le disparó el “egómetro” con el bloque alto, las dobles ubicaciones en las cuartas alturas, el cuadrado mágico y otras gaitas. En Carlo Ancelotti cala el fútbol natural, sin algoritmos. Un técnico a la medida del Madrid de Muñoz, Molowny, Del Bosque, Zidane… Entrenadores con ojo clínico, forzados a tutelar una galaxia de ombligos y ceñidos a la máxima del club desde la corneta de Di Stéfano: primero ganar y luego, si acaso, discutir el cómo.

En Chamartín el rector único marca el paso. Lo sabe Ancelotti, resignado sin remplazo para CR, el mejor chacal en la historia madridista. Le tocó explorar la veta goleadora de Benzema, hasta entonces un auxiliar con frac de CR. Con las pupas del francés hubo que empastar mejor a Vinicius y el gol. Voló Benzema y Ancelotti suspiraba por Kane. Con el eco infinito de Mbappé debió conformarse con gregarios como Brahim y Joselu. Llegó el momento de indagar con el veinteañero Bellingham. El italiano le quitó amarras, le emparentó con el área rival y el inglés ha causado un impacto súbito. Como abundan las hipérboles, Ancelotti, en vilo con los “yoísmos”, despejó las comparativas con Di Stéfano o Zidane. Por ahora, Bellingham remite a Kaká, sostiene Carletto. Caído Vinicius ha esprintado Rodrygo y espabilado Brahim. Soluciones Ancelotti. Nada que ver con aquel Mourinho que dio el cante porque no podía cazar con “gatos” como Benzema. Lesionado Higuaín, el recurso de Mou fue fichar a Adebayor.

Ancelotti también ha pespunteado una trinchera sin Courtois y Militão. Como resultado, 0,60 goles encajados por partido, la mejor media del Real. Reparaciones Ancelotti: el Rüdiger más jabato. Tampoco hay sosiego en el eje, maltrechos Tchouameni y Camavinga, y renqueante Modric, junto a Kroos placenta del Madrid desde el pleistoceno. Al alemán siempre le torció el morro alistarse como medio escoba, así que sin las turbinas de Tchouameni y Camavinga, remedios Ancelotti: Valverde de centinela de Kroos.

Tras los fiascos con el Barça liguero de Xavi y el City europeo de Guardiola, hoy el Real lidera ambos torneos. No es un equipo versallesco, sí convincente dadas las circunstancias. A seis meses de cumplir contrato, al Madrid le iría de perlas la renovación del “reggiolesi”, tentado por Brasil. Máxime si por fin recluta al inmodesto Mbappé. Su sueldo (marciano para el plantel) y querencia táctica (el puesto de Vinicius) precisaría un cortafuegos en la caseta.

¿Alguno mejor que Ancelotti?