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Los pies en el suelo

La racha de triunfos del Unicaja concluyó ayer en Badalona.

La racha de triunfos del Unicaja concluyó ayer en Badalona. / ACBPhoto

Francis Tomé

Francis Tomé

Unicaja ya tiene rival para los cuartos de final de la Copa del Rey, competición que se disputará en Málaga del 15 al 18 de febrero. Personalmente, me hubiese gustado que el rival del cruce del equipo malagueño hubiese sido el Valencia, por ser el más fuerte de los cuatro que le podía tocar. Y esto, que parece una locura, tiene una explicación muy lógica, al menos para mí. El equipo de Ibon Navarro demostró la temporada pasada que le va mucho mejor cuando no va como favorito. Recordemos por un instante la Copa del Rey de Badalona. El primer cruce de Unicaja era el Barça y muy pocos pensaron en aquel momento que los malagueños serían capaces de ganar aquel partido y absolutamente nadie apostó por Unicaja como campeón de Copa puesto que si vencía al Barça, en semifinales le esperaba el Real Madrid. Sin embargo, el equipo no siendo favorito, jugando contra los mejores, se sintió como pez en el agua y fue capaz de ganar el título.

Todo lo contrario pasó en la Final Four de la BCL. En esa competición, con los rivales a los que se enfrentaba y jugando en casa todos dábamos por hecho de que Unicaja tenía más opciones que nadie de lograr vencer. Claramente era el favorito. Pero en ese estado de euforia el equipo no se sintió nada cómodo y no ofreció su mejor nivel, cayendo derrotado en semifinales por el Bonn alemán, equipo que logró alzarse con el título europeo.

Sin duda que ha pasado mucho tiempo de ambas competiciones y que, probablemente, el equipo esté más maduro que por aquel entonces. Pero creo que los malagueños se sienten más cómodos compitiendo contra equipos más fuertes, que son favoritos por una cuestión de presupuesto y nombres, que no tanto por juego.

Finalmente, será Tenerife el equipo con el que se verá las caras con el Unicaja dentro de algo menos de un mes, un viejo rival que hace un baloncesto totalmente opuesto al equipo de Los Guindos, basado en un ritmo lento, a pocas posesiones y con pocas opciones a la improvisación. En este cruce pienso que Unicaja es el favorito, algo que no me gusta. Pero dentro de ese favoritismo, la distancia con Tenerife es más pequeña que si el rival hubiese sido Murcia o Manresa. Entonces, dentro de que prefería Valencia, no me parece mal rival Tenerife.

Lo que no me gusta es que haya gente que piense en el camino al título, que ya vea que los de Ibon Navarro se enfrentan en semifinales al Barça y que esperará en la final el Madrid. Esa euforia no es buena y todos sabemos que en este deporte no se puede despreciar a nadie, mucho menos a un equipo como el de Vidorreta. No seamos tan torpes como todos los que la temporada pasada despreciaron a Unicaja.

Entiendo que es fácil caer en esa euforia por lo bien que juega el equipo y porque hasta Badalona no paraba de ganar. Por eso ya hasta en las ruedas de prensa hay gente a la que le parece poco ganar solo de tres puntos al Gran Canaria olvidándose de que los insulares son los cuartos clasificados de la ACB y que ya ganaron el partido de ida. Hay veces que se cae en el error de que todo nos parece poco y no valoramos que lo que está haciendo el equipo malagueño es toda una hazaña muy difícil de conseguir y más difícil aún de mantener.

Ahora que llegó la derrota en el Olimpic no hay que caer en la crítica o el pesimismo. Navarro lo sabe, y no entra en euforias ni saca los pies del tiesto. Les ha ido bien con un perfil bajo y es mejor mantener las cosas que van bien.

Toca disfrutar del momento del equipo, mucho más sabiendo de dónde se viene y de la sequía de ilusión que vivió la afición en las últimas temporadas, pero siendo conscientes de lo difícil que es lo que está haciendo el equipo. Y en la Copa, que es la primera competición que disputará Unicaja, pensar sólo y exclusivamente en Tenerife, que será un rival muy complicado que retará a los malagueños a hacer un partido marcado por el ritmo que impongan Huertas y Shermadini, los dos jugadores más determinantes de los canarios. Si se pierde felicitar al rival y prepararse para la siguiente. Y si se gana pensar en el siguiente rival, pero solo si se gana…

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