Tierra de nadie

El yo y el infrayo

Juan José Millás

Juan José Millás

Los analistas políticos utilizan mucho la expresión ‘corrientes de fondo’ para explicar lo que no saben. Así, en Galicia ha vuelto a ganar Feijóo, al que daban por muerto el día anterior a los comicios, debido a las ‘corrientes de fondo’. Las corrientes de fondo existen, en efecto, pero no solo después, también antes. A las dos horas de que saltara el caso Koldo, asesor del exministro Ábalos, todo el mundo decía por la radio que llevaban tiempo escuchando un rumor de fondo acerca de las actividades de este sujeto. Pero no se publicó nada, que yo sepa, pese a que los rumores de fondo se manifestaban en la superficie. Con la información de que disponemos ahora, nos preguntamos en qué rayos podía asesorar el tal Koldo al entonces ministro. Si me nombraran a mí director del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, supongo que la prensa, dado mi currículo, se escandalizaría, y con razón. Es admirable que el presunto comisionista no hubiera llamado la atención antes de que empezara a comprarse pisos en Benidorm. Primera línea de playa, por cierto, ciento ochenta euros la noche en temporada alta.

Las corrientes de fondo existen del mismo modo que existen las alcantarillas. No hay que escandalizarse por la existencia de las cloacas. Hay que mantenerlas limpias. Lo decía muy bien Felipe González: «La democracia se defiende también en las cloacas». Aunque lo decía en un sentido un poco confuso, como para justificar los albañales del Estado, si no recuerdo mal.

Los seres humanos estamos llenos de corrientes de fondo de las que empezamos a darnos cuenta con el descubrimiento del inconsciente, del que mucha gente abomina porque no soporta que su vida esté dirigida por instancias que no controla. Pero es así. A mí, que soy un ignorante, jamás se me habría ocurrido comprarme un apartamento en Benidorm con dinero procedente de una comisión ilegal (tampoco con dinero ganado limpiamente, para decirlo todo). ¿Qué pudo impulsar a un tipo que conocía la maquinaria de Hacienda a blanquear de manera tan torpe su fortuna?: las corrientes de fondo de su alma, sin duda, quizá los deseos reprimidos, el hambre antigua, no lo sé. Pero si le hubieran explicado de pequeño que el yo es una marioneta en manos del infrayo, quizá no le habrían dado caza todavía.