Opinión | Málaga de un vistazo

El cautivador vino de Málaga

Vinos de Málaga.

Vinos de Málaga. / L. O.

En este tiempo cuaresmal e introspectivo, estos días evoco las tertulias con el entrañable amigo Rafael Calderón, ingeniero inquieto por el conocimiento de la condición humana, por el mar y apasionado degustador de la cultura del vino. Este viajero romántico, quien conmemora en estas datas su entrada en esa década prodigiosa de las 60 añadas, me habla con querencia del alma del vino; esa «bebida de los dioses» la cual nos distiende, nos inspira y nos hace reflexionar sobre lo trascendental: de lo espiritual y litúrgico a la celebración de reencuentros festivos. Estamos de acuerdo que el vino desde su origen atávico – en la Península Ibérica, las primeras uvas fueron cultivadas entre el 4.000 y 3.000 años a. C.- ha pasado de formar parte de nuestra dieta alimenticia a convertirse en un vínculo esencial para la comunicación y cohesión interpersonal gracias a su proyección en la sociedad como referente de identidad cultural. Hay quien no duda que la historia de la civilización es la cultura del vino o al menos transcurren equidistantes. El viticultor J. Kressman comenta: «Existe más historia que geografía en una botella de vino».

Me detengo en la geografía. La Guardia Civil ha desvelado un fraude de 18.400 botellas de vino riojano de baja calidad como caldo superior comercializado bajo la denominación de origen de Málaga, Sierra de Málaga y Pasas de Málaga. En este operativo llamado ‘Utrem’ han sido investigadas «tres personas acusadas de delitos contra la propiedad industrial, falsedad documental, relativa al mercado y a los consumidores, y estafa». Tras lo informado, parece ser que nuestra ambrosía la uva moscatel de Alejandría ha seducido a estos presuntos mixtificadores que han adulterado vino de escasa clase bajo la etiqueta ‘Málaga’, como igualmente cautivó a Dostoievski, Salgari, Stendhal y la zarina Catalina II. En La Rioja también estamos de moda. Brindo por el vino. Salud.