Sanidad

La enfermera geriátrica: principales retos de la profesión en Andalucía

Ante el aumento de la esperanza de vida de los andaluces, la enfermería geriátrica ha adquirido mayor relevancia en el sistema de salud

La Opinión

Andalucía se viene enfrentando desde hace años, no sólo a un mayor número de personas mayores, sino a mayor esperanza de vida. Un contexto que genera mayores limitaciones y una necesidad de continuidad en cuidados y asistencia humanizada.

Sin embargo, a pesar de los retos derivado del envejecimiento demográfico, la enfermera especialista en Geriatría continúa sin ver reconocido su enorme valor para satisfacer las necesidades de las personas mayores, brindando atención integral, asistencia individualizada y unos cuidados de calidad.

Las competencias profesionales asociadas a la figura de la enfermera geriátrica son pieza clave para solucionar los problemas derivados del envejecimiento progresivo de la población. Un perfil profesional sanitario especializado preparado para cuidar las necesidades de las personas mayores, cultivando la promoción de salud y brindando asistencia continuada, apoyo y acompañamiento.

Sin embargo, la implantación real y efectiva de la especialidad de Enfermería Geriátrica continúa siendo un reto para Andalucía. “La necesidad de profesionales formados en geriatría es cada vez más inherente, si tenemos en cuenta el aumento de la esperanza de vida de la población, la cronicidad de las enfermedades y el incremento de la dependencia” ha recalcado el presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Málaga.

Aumentar el número de plazas

Si bien es cierto que las plazas de enfermería geriátrica han ido incrementando con el paso de los años. Este crecimiento ha sido muy lento e insuficiente si nos referimos a las necesidades de cuidados que existen actualmente entre las personas mayores.

Como ya alertó el Consejo General de Enfermería, la oferta de plazas de formación de las especialidades sanitarias apenas incluye 81 para la especialidad de enfermería geriátrica. “Es más que insuficiente, todos los centros y residencias de mayores deberían optar a contar con enfermeras especialistas en Geriatría. La oferta no se ajusta a las necesidades reales de la población en la actualidad. Han incrementado únicamente en tres el número de vacantes con respecto a 2022, pese a las demandas que venimos haciendo desde el sector advirtiendo que se necesitan más profesionales” ha explicado José Miguel Carrasco.

Mejores condiciones

A pesar de su labor esencial, las enfermeras geriátricas vienen desde años asumiendo unas condiciones precarias donde la precariedad laboral, la sobrecarga de trabajo y la falta de conocimiento se convierten en sus compañeras de cada día.

Un contexto que viene provocando una huida de la profesión con respecto a las residencias; con el consecuente riesgo para el bienestar de las personas mayores. “El Colegio lleva reivindicando desde hace años que se mejoren las condiciones de las enfermeras geriátricas, ofreciendo contratos estables con una equiparación de condiciones retributivas y la garantía de salud laboral; dejando atrás las pésimas ofertas que pueden encontrarse hoy en día” ha añadido el presidente.

Intrusismo profesional

Pero no es el único reto pendiente con respecto a la implantación de la Enfermería Geriátrica. El Colegio viene, desde hace tiempo, rechazando la creación del nuevo título de FP de “Supervisión a la Atención sociosanitaria y a la persona usuaria” impulsado por el Ministerio de Educación. En este sentido, para la profesión, se trata de una forma barata y poco segura de suplir las carencias en el sistema de salud en relación con las personas mayores.

Una figura profesional no especializada que desde la Enfermería asumen como un intrusismo profesional. “La formación define funciones propias de nuestra profesión como pueden ser las curas, tomas de constantes o administración de fármacos, e incluso pautas de nutrición” denuncia José Miguel.

Por ello, concluye, “no podemos frenar el crecimiento de la esperanza de vida ni el envejecimiento generalizado. Lo que sí está en nuestras manos es invertir en salud para brindar la calidad asistencial, acompañamiento, cuidados y seguridad que las personas mayores de Andalucía merecen. Máxime cuando disponemos de grandes profesionales disponibles para trabajar y ofrecer a atención individualizada que cada residente necesita”.