­Apenas dos días para la coronación canónica de la Virgen de la Soledad y la actividad en la Congregación de Mena es frenética. Su hermano mayor, Antonio González, reconoce el cansancio acumulado por los congregantes en un año intenso, compensado por una ilusión rebosante.

¿Cómo se están viviendo estos días previos a la coronación canónica de la Virgen de la Soledad?

Con mucha intensidad. Es una preparación con mucho trabajo en la logística, adornos y preparación de todos los actos, para que la Virgen lleve lo mejor. Nos han cedido algún elemento casi todas las cofradía y quisiera agradecer esta colaboración. Creo que hemos montado los actos con mucha asistencia y sentido estético. De hecho, hay que reconocer el esfuerzo de la Albacería, que ha estado trabajando mañana, tarde y noche. Tenemos mucha ilusión en que llegue el día 11, aunque también estamos logrando mucha participación en los actos previos, como en el triduo, durante el que llegamos a contar más de 500 personas en la iglesia.

¿Echan de menos haber tenido más tiempo para los preparativos? Casi no ha habido tiempo entre la Semana Santa y la coronación.

Echamos de menos que hubiera más espacio con el Centenario de la fusión de las hermandades del Cristo de la Buena Muerte y de la Virgen de la Soledad. No hemos parado en un año, comenzando en otoño del año pasado con el Centenario y después se ha unido la Semana Santa y la Coronación. No hemos tenido descanso. Sabíamos que iba a ser muy duro, porque organizar un evento de esta magnitud es complicado, ya que hay que compatibilizarlo con el trabajo, con nuestras familias y otras obligaciones, a las que se quita tiempo. La gente ha estado muy liada y no hemos parado en un año.

Durante los meses previos a la coronación han presentado los actos en otras provincias, una idea bastante novedosa. ¿Por qué surgió esta iniciativa?

Ha sido lo que llamo abrir nuevos escenarios cofrades, porque hemos hechos cosas que no ha hecho nadie, como es ir promocionando nuestra Semana Santa en otras provincias. Es hora de que nos conozcamos y aprovechemos el hecho de que los cofrades, que durante la Semana Santa están en sus ciudades, aprovechen estas procesiones extraordinarias sirvan para conocernos.

¿Qué acogida han tenido en estas presentaciones?

Fantástica. Es increíble comprobar la admiración que despertamos donde vamos. Hemos realizado cuatro salidas, a Jerez, Sevilla, Antequera y Córdoba; a cual mejor. En Jerez nos decían que no hacía falta promoción porque ya éramos muy conocidos, pero nosotros no íbamos a promocionarnos, sino a compartir un acto que es importante.

¿En qué han consistido?

Primero proyectábamos un vídeo, luego yo explicaba un poco la historia de la cofradía; Antonio de la Morena detallaba los actos de la coronación y cerraba algún representante de la agrupación de cada ciudad. Además, nos hemos sentido muy arropados por los cofrades. En Sevilla nos acompañó el presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga y el de Sevilla, así como muchos hermanos mayores malagueños y de cofradías sevillanas como de la Buena Muerte, Esperanza de Triana, Macarena, Gran Poder y hermandades de gloria. Nos alegramos muchos de ese recibimiento, igual que en Córdoba. Animo a otras cofradías a hacer lo mismo.

¿Qué está aportando la coronación de la Virgen de la Soledad a la hermandad?

Cosas que no hacía habitualmente, como charlas formativas que no tenía desde hace mucho tiempo. También una forma de hacer las cosas, no diferente a lo que se hacía antes, pero con otro tipo de estética, cuidando mucho el culto, el por qué se hacen las cosas. Ahora profundizamos más en lo que hacemos y en el por qué. Eso es lo que le faltaba a esa cofradía. La puesta en escena de la cofradía es de mucha fuerza, pero en este caso hemos podido buscar la esencia primitiva de la Virgen y recrear, como veremos mañana, su estética del siglo XIX con un trono de Antequera, que es como salía a principios de siglo.

¿Cuál será la impronta que dará la cofradía a la procesión de la coronación?

Ser como somos en la calle. Es una procesión triunfal, de gozo y alegría, pero esta cofradía es seria, mas allá de la popularidad que tiene en la calle. Ahora nos tenemos que transformar en una cofradía de gozo en la calle. Entiendo que la procesión tendrá dos momentos. Uno más formal, con una presidencia importante y organizada, que discurrirá por las principales calles del Centro Histórico. En la plaza de la Constitución y en la Doble Curva se retirarán la representación de las cofradías y las presidencias. A partir de ahí habrá otra procesión, más popular, dentro de nuestra idiosincrasia.

A nivel personal, ¿qué le está aportado la coronación?

Muchas cosas. Me llega en mi último año de mandato y es un colofón a estos años. Veo como la cofradía tiene una vida y una fuerza increíble, sobrepasando los tres mil hermanos y es un orgullo vivir esto, como también lo ha sido estar en la JMJ y celebrar el Centenario. Creo que tenemos fuerza para otros cien años más y me quedo con esa juventud que viene pegando fuerte y es una realidad.

Precisamente la juventud ha dado un paso adelante en la cofradía, algo que se ha visibilizado en la coronación.

Siempre apuesto por la gente joven. Me gustaría mirar atrás y ver que las cosas están igual o mejor. La juventud viene empujando muy fuerte y con mucho criterio y con un por qué. Hemos apostado por ellos, que han diseñado actos y creo que las críticas son muy buenas por la Málaga cofrade. Estoy orgulloso de la gente de Mena porque cada vez trabaja con más criterio y con un porqué.

¿Llega la coronación en el momento justo?

La Virgen se tenía que haber coronado hace muchos años, cuando se coronó Dolores o Esperanza, pero no se entendía en ese momento el valor de las coronaciones. Ahora ha llegado el momento, tenemos un bagaje histórico, mucha gente por la labor de trabajar.