Procesión

Nuevo San Andrés se echa a la calle para acompañar a la Virgen del Mar

La imagen recorrió las principales calles de la barriada malagueña en una salida que marca el inicio del curso cofrade

Estrenó una nueva corona de plata y un manto de estrellas

Miguel Ferrary

Miguel Ferrary

Lo popular, lo religioso, la devoción y la tradición se viven con especial intensidad en los barrios de Málaga cuando un evento cofrade se vive en sus calles. En este caso, ha sido el barrio de Nuevo San Andrés el epicentro de una procesión que ha galvanizado a los vecinos en lo que supone el inicio efectivo del curso cofrade y a la espera de la procesión de la patrona de la diócesis, la Virgen de la Victoria, el 8 de septiembre.

La celebración de la onomástica de la Virgen del Mar, de la hermandad de San Andrés, fue el motivo que dio pie a una procesión que destacó por su ambiente popular y cercano. Los vecinos se volcaron con una advocación que se encuentra fuera de los circuitos cofrades tradicionales, pero que ha sabido ganarse el apoyo y cariño de sus vecinos, convirtiéndose en un referente de un barrio que, a priori, no tiene tradición cofrade. Lo que demuestra que el cofrade no nace, sino que se hace. Es una llamada a no tener miedo a llevar la vivencia de hermandad fuera de los barrios tradicionales.

La procesión de alabanza por las calles de Nuevo San Andrés comenzó sobre las nueve de la noche, saliendo de la Iglesia Virgen del Camino, a dónde fue trasladada el pasado viernes para celebrar la función principal el sábado pasado. El recorrido del cortejo le llevó a encontrarse con sus vecinos, recorriendo las principales calles del barrio, como Cortijo de Echarte, Alpargaterito, Cortés El Viejo, Hoyo Higuerón, Canchal, Alpargaterito, Puerto Oncala, Panerón, Cancho Pérez, El Algabeño, Cancho Pérez (donde recibió una gran petalada organizada por sus hermanos) y encierro en su capilla de la calle Alcalareño, donde se encuentra su capilla y recibe culto de forma habitual durante todo el año.

La Virgen del Mar fue acompañada por la Banda de Música del Rocío y procesionó sobre el trono de traslado. Esta salida fue muy especial en tanto que estrenó una nueva corona de plata, que había sido bendecida el sábado 1 de septiembre durante la función principal y un manto de estrellas, ejecutado por los propios hermanos.