Cofradías

La Sangre prosigue la renovación de su misterio con las otras dos Marías

La archicofradía estrenará este Miércoles Santo dos nuevas imágenes de María Cleofás y María Salomé, que como la Magdalena que ya sale desde 2022, son obra de Francisco Naranjo Beltrán y que sustituyen a las anteriores de Liébana

Las nuevas imágenes de las Santas Mujeres que se incorporarán este Miércoles Santo al grupo de la Sangre.

Las nuevas imágenes de las Santas Mujeres que se incorporarán este Miércoles Santo al grupo de la Sangre. / Archicofradía de la Sangre

Ignacio A. Castillo

Ignacio A. Castillo

La archicofradía de la Sangre continúa dando pasos firmes en su proceso de renovación estilística y patrimonial y este Miércoles Santo pondrá en la calle dos nuevas imágenes de María Salome y de María Cleofás, obra de Francisco Naranjo Beltrán, que vienen a enriquecer su grupo escultórico y que se suman a la Magdalena, del mismo autor, que procesiona desde 2022. Los hermanos de la corporación han aprobado en cabildo, reunido este miércoles en sesión extraordinaria, la incorporación de estas dos Marias que sustituyen a las de Rafael Ruiz Liébana.

En una nota, la hermandad ha informado de que se trata de dos imágenes de candelero, realizadas en madera de cedro y que completan el conjunto de mujeres que, junto a la Virgen y San Juan, estuvieron presente en el denominado 'ciclo de la aflicción', desde el Monte Calvario, donde tuvo lugar la Crucifixión de Cristo, hasta su traslado y entierro en el sepulcro.

Como en el caso de María Magdalena, las nuevas tallas respetan la estatuaria barroca andaluza. Naranjo ha aplicado una policromía al óleo pulimentada e incluido postizos como las lágrimas y los ojos de cristal pintado, para dotarlas de mayor realismo y expresividad.

"Con estas nuevas piezas se pretende conseguir dotar a la escena del misterio procesional del Santísimo Cristo de la Sangre de mayor teatralidad, dinamizando la escena al aportar movimiento a la composición", explica la archicofradía.

De este modo, mientras María Cleofás clava su mirada en el madero y extiende sus manos en actitud imploranteMaría Salomé da la espalda a la escena, llevándose una mano a la cabeza, incapaz de asimilar el drama que presencia mientras dirige su mirada al espectador, tratando de introducir a los fieles dentro del momento representado en el trono del Santísimo Cristo de la Sangre.

Mientras tanto, María Magdalena eleva su mirada, clavándola en el rostro del Señor, extendiendo su mano, tratando de acariciar el madero. Sostiene el frasco de ungüento con el que perfumó un día los pies de Cristo y que, siguiendo las palabras de Jesús, guardó para ungir su cuerpo en su sepultura.

Imagen de María de Cleofás, de Naranjo Beltrán.

Imagen de María de Cleofás, de Naranjo Beltrán. / Archicofradía de la Sangre

Vestimentas renacentistas

En cuanto a las vestimentas de las imágenes, Naranjo ha sido también el responsable de su diseño y ejecución. Por ello, ha ideado unos ricos ropajes de corte renacentista inspirados, sobre todo, en el atuendo de las mujeres de los Austrias españoles. En ellos se aprecia una evidente influencia de la indumentaria de retratos como el de la Emperatriz Isabel, esposa de Carlos V, o de la reina Isabel de Valois, mujer de Felipe II.

Santa María Cleofás luce un sobrevestido de símil de brocado de terciopelo morado, con vueltas en raso de seda color malva, abiertas para lucir las mangas blancas de la camisa interior, con alamares en color plata en mangas y en el vestido a modo de botonadura. Su rostro va envuelto en un tocado de tisú de plata que evoca y traslada a la obra del pintor flamenco Rogier van der Weyden en su 'Descendimiento de la Cruz'. Cubre su cabeza con un manto de terciopelo color rosa empolvado guarnecido de plata. Como única joya, un broche pectoral.

Santa María Salomé, que sus vestiduras inspiradas en la corte renacentista.

Santa María Salomé, que sus vestiduras de corte renacentista. / Archicofradía de la Sangre

Por su parte, Santa María Salomé porta un terno parecido al anterior, en tejido similar a terciopelo negro brocado, con vueltas en raso de seda color dorado, mangas blancas y alamares de color oro, rematando toda la pieza, al igual que en el caso anterior, un rico agremán dorado. Luce similar tocado en tisú de plata, broche pectoral y cubre su cabeza con un manto de damasco de raso en color burdeos rematado con galón y madroños en dorado.

Bendición

Las Imágenes estarán expuestas en el triduo que la archicofradía celebrará durante la cuaresma en su sede canónica, la iglesia de San Felipe, donde serán bendecidas.