Patrimonio cofrade

Trono del Amor Doloroso: la convivencia de dos maestros

En el trono de la titular de la Archicofradía de la Pasión, María Santísima del Amor Doloroso, pervive el diseño anterior del malagueño Cayetano González, «la gran figura de la platería del siglo XX en Andalucía», gracias a la conservación adaptada de la peana procesional y a la acertada relectura que de este proyecto de los años 50 hizo el también malagueño Fernando Prini.

Estación de penitencia en la Catedral en 2015 de la Virgen del Amor Doloroso, Archicofradía de la Pasión.

Estación de penitencia en la Catedral en 2015 de la Virgen del Amor Doloroso, Archicofradía de la Pasión. / Arciniega

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

El trono actual de María Santísima del Amor Doloroso, de la Archicofradía de la Pasión, es un diseño del malagueño Fernando Prini que homenajea el diseño anterior y también incorpora algún elemento testimonial de ese proyecto primitivo realizado entre 1958-1959 por el también malagueño Cayetano González (1896-1975), quien para Juan Antonio Sánchez López es «la gran figura de la platería del siglo XX en Andalucía».

Pese a su valía, el trono para la Virgen del Amor Doloroso de este artista afincado en Sevilla y que retornaba los veranos a su ciudad natal, era «la única obra suya que existía en Málaga». 

El catedrático de la UMA cree que la escasa presencia de Cayetano González se debió al contexto de la época, los años 50, dominados por talleres como los del padre Félix Granda o Manuel Seco Velasco «que lo copan todo en ese momento gracias a la altísima categoría artística de sus trabajos para las Hermandades y la Iglesia malagueña». 

Como curiosidad, el encargo de la Pasión coincidió con otro proyecto por el que Cayetano González tuvo «muchísima ilusión» y que desgraciadamente no llegó a materializar para su ciudad natal: la custodia procesional del Corpus de la Catedral, de la que el artista ejecutó hasta cuatro espléndidos diseños conservados en el Archivo Histórico Diocesano, dados a conocer por el propio catedrático de la UMA el año pasado en un monográfico sobre platería española publicado por la revista de Arte Norba de la Universidad de Extremadura. 

Peana procesional actual de la Virgen del Amor Doloroso, con un fragmento del trono orginal de Cayetano González.

Peana procesional actual de la Virgen del Amor Doloroso, con un fragmento del trono orginal de Cayetano González. / Archivo Juan Antonio Sánchez López

Ese primer trono para la Virgen de Pasión se concibió como un carrete de plata -en realidad se empleó plata, alpaca y cobre plateado-: «El trono era como una gran peana ochavada, la idea era una especie de pirámide escalonada un poco jugando a la idea del carrete, de un trono sin palio»; un diseño acorde con la filosofía de la Pasión antes de que se «reinventara» a partir de 1977-1978, como la conocemos en la actualidad. 

Para Juan Antonio Sánchez López se trataba de un trono «soberbio» pero con ese cambio de paradigma de finales de los 70, coincidiendo con la llegada del Nazareno de Luis Ortega Bru, «una de las aspiraciones era el palio y el trono de Cayetano González no lo permitía». 

Esto propició que surgiera a finales de los 80 el proyecto de Fernando Prini (Málaga, 1961) del que el experto asegura que es «una de las grandes joyas de la Semana Santa de Málaga», con la particularidad de su cajillo, ejecutado por entero en plata de ley, algo que sólo se repite en el de la Virgen de las Angustias del Descendimiento. Como resalta el catedrático, la archicofradía, de manera muy inteligente «recicló» entre 2005-2007 el trono de Cayetano González y todas sus piezas han sido reutilizadas, en ocasiones para dar lugar a otras como un manifestador eucarístico, una mesa de altar de plata y un sagrario en la capilla de la Pasión o una carroza eucarística. 

Pero además, la peana procesional actual se acondicionó a partir de un fragmento original del trono de los años 50

Relectura permanente

En cuanto al diseño de Fernando Prini, incorpora líneas del trono de Cayetano González, «hay como una relectura permanente del diseño primitivo»

Así se percibe, por ejemplo, en los frisos y moldurones que se ven invadidos por una frondosa ornamentación vegetal, a base de granadas, piñas y otras especies frutales y florales de inspiración islámica, persa y bizantina esparcida como un tapiz, sin olvidar el empleo de los dobles frontones curvos de cada capilla, presentes en el diseño anterior, aunque con la novedad de que la pareja de ángeles adorantes que los rematan son ya de escultura corpórea y no de medio relieve. 

Además, Prini añadió un doble baquetón de plata que le dio muchísima esbeltez al cajillo. También destaca el profesor los cuatro faroles, «unas piezas soberbias» que surgen de unos vástagos.

La Virgen del Amor Doloroso en 2023, a su paso por calle Granada.

La Virgen del Amor Doloroso en 2023, a su paso por calle Granada. / Gregorio Marrero

El nuevo diseño de Fernando Prini también incluyó la incorporación de una línea iconográfica con la vida de la Virgen, junto a flores simbólicas que hacen referencia a la Madre de Dios, y otros detalles que presiden los tres frentes y rinden homenaje a la iglesia de los Mártires. 

Es el caso de la réplica de la Virgen de los Remedios patrona de la feligresía, realizada por Manuel Valera para el frontal, y los santos Ciriaco y Paula ejecutados por Miguel Ángel Martín Cuevas (Orfebrería Montenegro) en los laterales, que imitan la impronta de los que Jerónimo Gómez Hermosilla hiciera a finales del XVII para el tabernáculo de la Catedral y que hoy presiden el templo patronal. 

En suma, la convivencia perfecta de dos maestros y una joya consumada de la Semana Santa.