Prosigue la investigación en Alicante del crimen del hombre de 69 años que falleció a puñaladas a manos de Conchi, la mujer con la que se había casado hacía 15 días, de 45 años, y su cómplice, de 58.

Tenían planeado hasta el más mínimo detalle para deshacerse del marido de Conchi sin dejar huella, sin prever que una agente de policía lo presenciaría todo. Según el informe policial, al verse sorprendido, Paco se escondió los guantes ensangrentados en los calzoncillos y se lavó las manos con agua de una garrafa que llevaban en la furgoneta. En el bolsillo del pantalón encontraron mango del destornillador, envuelto en papel de plástico.

La pareja llevaba medio gramo de cocaína y 1400 euros en metálico, probablemente para su fuga. Ella en todo momento estuvo de pie y su silla de ruedas, dentro del vehículo. Hoy también hemos conocido que Paco, supuesto cuidador, amante y excuñado de Conchi tenía antecedentes penales por delitos de malos tratos, abusos sexuales, asociación ilícita y contra la salud pública. Los que la conocen hablan de Conchi como una persona fría, calculadora.

Según su segundo exmarido no es capaz de matar, pero sí de organizar un asesinato. Estuvieron 13 años casados. Dice que le manipulaba a su antojo, hasta tal punto que puso la casa a su nombre y domicilió el sueldo a su cuenta: "Cuando vio que no podía sacar nada más se fue con otros hombres". Cuatro años después de la separación Conchi involucró a Carlos en la muerte de su tercer marido, aunque luego se demostró que no tuvo nada que ver. Quince días tardó su cuarto marido en agobiarse ante el carácter de Conchi ya que, según el informe policial, estaba planeando divorciarse de ella.